“Era yo quien no era lo suficientemente buena. Yo sería quien arruinaría todo, arruinándolo a él. Él me odiaría un día, y yo no podría ver la mirada en sus ojos cuando llegara a esa conclusión.”
“Ahora me doy cuenta, que no es perfecto. Él tenía razón en eso todo el tiempo y no es justo que yo siempre trate de hacer que se sienta de esa manera. Nadie es perfecto. Él tiene problemas como yo. Apesta llegar a esta conclusión ahora.Mostrando sus imperfecciones en el parque ese día casi me mata, pero ahora empuja más vida en mí. Tegan no es perfecto. No es más que un hombre. Un hermoso, dulce, tipo maravilloso, pero sólo un hombre de todos modos.Tiene miedos, inseguridades y remordimientos. Me lastimo más que nadie, pero él me amaba más de lo que nadie lo hizo, también.”
“Quien sea que él es, yo le gusto. Es fácil de admitirlo ahora, en la oscuridad, después de todo lo que ocurrió. Él no es dulce o amable o algo en particular. Sin embargo, él es listo y desafiante, y a pesar de que él me salvó, me trata como si fuera fuerte. Esto es todo lo que necesito saber.”
“Un día me resigné y decidí dejarlo vivir en paz. Él no me molesta a mi, yo no lo molesto a él con ridículas diademas, moñitos o ligas.”
“El pensar en él llena toda mi vida. Si el mundo desapareciera y él se salvara, yo seguiría viviendo, pero si desapareciera él y lo demás continuara igual, yo no podría vivir”
“—En realidad —intervino ella—, todo empezó el día que me tropecé en el hospital con el paciente más irritante del mundo y decidí que tenía que ser sólo para mí. —Eh, yo no lo recuerdo así —contradijo Phillip—. Era yo quien estaba a las puertas de la muerte —la exageración suscitó risas—, cuando me vi atacado sin piedad por una bruja sabelotodo. Kenneth arrugó la frente al ver que Stella, en lugar de darle un capón, se deshacía por dentro y lo besaba en la mejilla con una tierna sonrisa. Curiosos efectos los del amor.”