“Te aseguro que no soy de las que quieren a medias. Mis sentimientos siempre son profundos y arraigados"...”
“No soy hombre de muchas palabras, Emma. Si te amara menos, sería capaz de hablar más de ello. Pero sabes como soy. De mí no escucharás más que verdades. Te he hecho reproches y te he reprendido y lo has soportado como ninguna otra mujer en toda Inglaterra lo hubiera hecho. Soporta todas las verdades que ahora te voy a decir, mi queridísima Emma, tan bien como soportaste aquellas”
“No puedo soportar más en silencio. Debo hablar con usted por cualquier medio a mi alcance. Me desgarra usted el alma. Estoy entre la agonía y la esperanza. No me diga que es demasiado tarde, que tan preciosos sentimientos han desaparecido para siempre. Me ofrezco a usted nuevamente con un corazón que es aún más suyo que cuando casi lo destrozó hace ocho años y medio. No se atreva a decir que el hombre olvida más prontamente que la mujer, que su amor muere antes. No he amado a nadie más que a usted. Puedo haber sido injusto, débil y rencoroso, pero jamás inconsciente. Sólo por usted he venido a Bath; sólo por usted pienso y proyecto. ¿No se ha dado cuenta? ¿No ha interpretado mis deseos? No hubiera esperado estos diez días de haber podido leer sus sentimientos como debe usted haber leído los míos. Apenas puedo escribir. A cada instante escucho algo que me domina. Baja usted la voz, pero puedo percibir los tonos de esa voz cuando se pierde entre otras. ¡Buenísima, excelente criatura! No nos hace usted en verdad justicia. Crea que también hay verdadero afecto y constancia entre los hombres. Crea usted que estas dos cosas tienen todo el fervor de F. W.”
“Tengo la certeza, querida tía, de que nunca he estado muy enamorada, pues si realmente hubiera experimentado esa pasión pura y elevada, ahora detestaría hasta el nombre de semejante individuo y le desearía toda suerte de males. Pero no sólo abrigo sentimientos cordiales hacia él, sino que miro con imparcialidad a Miss King, y no la odio sino que, por el contrario, la considero buena muchacha. No puede haber amor en todo eso. Mi desvelo ha sido real; y aunque si estuviera frenéticamente enamorada de él resultaría ahora más interesante para todos sus conocidos, no puedo decir que lamento mi relativa insignificancia. A veces la importancia se paga demasiado cara, Kitty y Lidia son más sensibles que yo en lo que a asuntos del corazón se refiere; son jóvenes y todavía no están hechas a la mortificante convicción de que los hombres atractivos han de tener algún recurso para vivir, como todos los demás.”
“El que ella no se lo reproche, no lo justifica a él. Solo demuestra que ella carece de algo, bien de prudencia, bien de sentimiento.”
“Que nadie presuma de saber traducir los sentimientos de una mujer joven al obtener seguridad de un amor para que apenas se atreviera a guardar una esperanza”
“No podría ser feliz con un hombre cuyo gusto no coincidiera en todo momento con el mío. Tendría que participar en todos mis sentimientos. Los mismos libros, la misma música habría de hechizarnos a los dos.”