“...cuando alguien muere, pensamos que ya se ha hecho tarde para cualquier cosa, para todo —más aún para esperarlo—, y nos limitamos a darlo de baja. También a nuestros allegados, aunque nos cueste mucho más y los lloremos, y su imagen nos acompañe en la mente cuando caminamos por las calles y en casa, y creamos durante mucho tiempo que no vamos a acostumbrarnos. Pero desde el principio sabemos —desde que se nos mueren— que ya no debemos contar con ellos, ni siquiera para lo más nimio, para una llamada trivial o una pregunta tonta ('¿Me he dejado ahí las llaves del coche?', ¿A qué hora salían hoy los niños?'), para nada. Nada es nada. En realidad es incomprensible, porque supone tener certidumbres y eso está reñido con nuestra naturaleza: la de que alguien no va a venir más, ni a decir más, ni a dar un paso ya nunca —para acercarse ni para apartarse—, ni a mirarnos, ni a desviar la vista. No sé cómo lo resistimos, ni cómo nos recuperamos. No sé cómo nos olvidamos a ratos, cuando el tiempo ya ha pasado y nos ha alejado de ellos, que se quedaron quietos.”
“Casi todo el mundo se avergüenza de su juventud, no es muy cierto que se añore como se dice, más bien se relega o rehúye y con facilidad o esfuerzo se confina el origen a la esfera de los malos sueños, o de las novelas, o de lo que no ha existido. La juventud se oculta, la juventud es secreta para quienes ya no nos conocen jóvenes.”
“Lo que pasó es lo de menos. Es una novela, y lo que ocurre en ellas da lo mismo y se olvida, una vez terminadas. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a través de sus casos imaginarios, se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales y los tenemos más en cuenta.”
“Ahora lo vi claro: no es que no supiera cómo, sino que era una superstición lo que lo paralizaba, no saber qué puede dar suerte o traerla mala, hablar o callar, no callar o no hablar, dejar que las cosas sigan su curso sin invocarlas ni conjurarlas o intervenir verbalmente para condicionar ese curso, verbalizarlas o no hacer advertencias, poner en guardia o bien no dar ideas, a veces nos dan ideas quienes nos previenen contra esas ideas, nos las dan porque nos previenen, y hacen que se nos ocurra lo que nunca habríamos concebido”
“El presente y el pasado de mi familia se partieron ahí, con la devastadora muerte de Marta, y el futuro ya no volvería a ser el mismo para ninguno de nosotros. Digamos que ya no fue posible para nadie volver a ser plenamente feliz, ni siquiera por momentos, porque en el mismo instante en el que nos mirábamos en un rato de felicidad, sabíamos que alguien faltaba, que no estábamos completos, y que entonces no teníamos derecho a estar alegres, porque ya no podía existir la plenitud.”
“El sueño de la noche no nos pertenece. No es nuestra propiedad. Para nosotros es un raptor, el más desconcertante de los raptores: nos arrebata nuestro ser. Las noches no tienen historia. No se ligan unas a otras. Y cuando se ha vivido mucho, cuando ya se han vivido unas veinte mil noches, nunca sabemos en qué noche antigua, muy antigua, hemos partido hacia el sueño. La noche no tiene futuro. Sin duda, hay noches menos negras en las que nuestro ser del días vive aún bastante como para negociar con sus recuerdos.”
“Cuando lo oscuridad se desliza y se traga la luz, entierra tus miedos e nla Noche de los Lamentos porque, en la shoras más negras del invierno los Voradores celebran su festín. Nadie podrá ver la vida que robarón; tu cuerpo sigue aquí, pero tu alma ya no...""Merodean en el frío y la oscuridadHambrientos y traviesosEsperan su oportunidad para devorara los débiles en la Nochde los LamentosEs entonces cuando los voradores emprenden su festín con los miedos. Tus miedos. Y roban tu alma,Pero tu cuerpo permanece...y nadie nota la diferencia""Los Voradores nos rodeanUsan nuestros nombres y caras, pero no son nosotros. Lo más peligroso es cuando nos dicen: "No hay nada de que asustarse..." En realidad, es mucho lo que viene por temer""Una vez que se ha ido, no hay regreso. Una vez dentro, no hay salida. En lo oscuro permanecerá, perdido por siempre, entre el miedo y la duda""Su miedo te ha devorado, él se quedará aquí para siempre”