“Nosotros marcamos nuestro destino con nuestras decisiones, y no podemos permitir que los miedos y las inseguridades nos impidan tomarlas.”
“Se dice que, con el tiempo, los recuerdos se deforman, se pervierten y la imaginación los moldea a placer hasta convencernos de una ilusión”
“Y cuando pienso en ti me olvido de todo lo demás. Pero después me arrepiento porque sé que no está bien, sin embargo, sigues ahí. Siempre tú, siempre tú… ”
“Nuestra existencia es demasiado limitada como para pasar la mitad de ella huyendo.”
“-Jamás me conformaría con pasar una sola noche a tu lado -respondió Adhárel-. Necesito estar toda la vida.”
“Lo que pasó es lo de menos. Es una novela, y lo que ocurre en ellas da lo mismo y se olvida, una vez terminadas. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a través de sus casos imaginarios, se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales y los tenemos más en cuenta.”
“...cuando alguien muere, pensamos que ya se ha hecho tarde para cualquier cosa, para todo —más aún para esperarlo—, y nos limitamos a darlo de baja. También a nuestros allegados, aunque nos cueste mucho más y los lloremos, y su imagen nos acompañe en la mente cuando caminamos por las calles y en casa, y creamos durante mucho tiempo que no vamos a acostumbrarnos. Pero desde el principio sabemos —desde que se nos mueren— que ya no debemos contar con ellos, ni siquiera para lo más nimio, para una llamada trivial o una pregunta tonta ('¿Me he dejado ahí las llaves del coche?', ¿A qué hora salían hoy los niños?'), para nada. Nada es nada. En realidad es incomprensible, porque supone tener certidumbres y eso está reñido con nuestra naturaleza: la de que alguien no va a venir más, ni a decir más, ni a dar un paso ya nunca —para acercarse ni para apartarse—, ni a mirarnos, ni a desviar la vista. No sé cómo lo resistimos, ni cómo nos recuperamos. No sé cómo nos olvidamos a ratos, cuando el tiempo ya ha pasado y nos ha alejado de ellos, que se quedaron quietos.”