“¿Quién necesita flores cuando ya se ha muerto? Nadie.”
“Espero que cuando me muera alguien tenga sentido común suficiente como para tirarme al río o algo así. Cualquier cosa menos meterme en un maldito cementerio. Eso de que venga la gente los domingos a ponerte ramos de flores en el estómago y todo ese rollo. ¿Quién quiere flores cuando ya se ha muerto? Nadie.”
“Quién me pregunta a mí, quién pregunta alguna vez a personas que piensan por sí mismas y se atreven a vivir, y en qué me habéis convertido, a mí y a tantas otras con esta absurda actitud comprensiva ante cualquier problema, acaso no se le ha ocurrido a nadie que también se asesina a las personas cuando se les priva de la palabra y con ello de la posibilidad de vivir y pensar.”
“Nada más peligroso, cuando se necesita ayuda, que recibir ayuda.”
“Y te extraño, pero no se puede revivir a un muerto... aún más cuando ese muerto ya está con vida. Y sigo preguntándome dónde esta ese chico maravilloso aquel que escapaba de sus sentimientos y escondía sus palabras.”
“Dawson se movió, dejando caer su cabeza entre sus manos.—¿Alguna vez paras de hablar?—Cuando estoy durmiendo —replicó Blake. —Y cuando estés muerto —agregó Daemon—. Tú pararás de hablar cuando estés muerto.”