“Yo no puedo ser la razón por la que pierdas todo.”

Jennifer L. Armentrout

Explore This Quote Further

Quote by Jennifer L. Armentrout: “Yo no puedo ser la razón por la que pierdas todo… - Image 1

Similar quotes

“El colocó un dedo sobre mis labios. -Tomé decisiones terribles. Puedo ser un imbécil y hacerlo a propósito. Tiendo a intimidar a la gente para que haga lo que quiero. Y dejé que todo lo que ha pasado con Dawson amplifique aquellos…uh, rasgos de mi personalidad. Pero —quitó su dedo, y su mueca se extendió en una sonrisa. —Pero tú…me haces querer ser diferente. Eso es por lo que no maté a Blake. Es por eso, por lo que no te quiero tomando esas decisiones o tenerte cerca si yo debo tomarlas. Abrumada por lo que había admitido, no supe que decir.Pero él bajó su cabeza y me besó, y había aprendido que a veces cuando alguien dice algo tan devastadoramente perfecto, no hay necesidad de una respuesta. Las palabras lo decían todo.”


“-... Pero ¿sabes en que pense todo el día ayer? un pensamiento que no me puedo evitar no importa cuan disgustado estoy contigo.-No.-Que tengo suerte porque la persona que no puedo sacar de mi cabeza, la persona que significa más para mi de lo que puedo soportar aun está viva, ella está todavía allí, y esa eres tu.”


“—¿Pero sabes en qué pensé todo el día de ayer? ¿Durante la noche? ¿El único pensamiento del que no pude escapar, sin importar cuán enojado estoy contigo?—No, —susurré.—Que soy afortunado, porque la persona que no puedo sacar de mi cabeza, la persona que significa más para mí de lo que puedo soportar, aún está viva.”


“Eso me hizo feliz. Tú me hiciste feliz. Y todavía me preocupo por ti. ¿Bien? Significas algo para mí, algo que realmente aún no puedo poner en palabras porque todo parece demasiado pobre en comparación. Siempre te he querido, incluso cuando te odiaba. Te quiero aun cuando me llevas a la maldita locura”


“Si alguien me hubiese dicho que algún día yo me encontraría sentada en una habitación junto con una media docena de alienígenas un sábado por la tarde, le hubiera dicho que dejara de consumir drogas.”


“— Estaba por aquí y punto.—Y yo que pensaba que erais atentos y encantadores.Frunció el ceño.—¿De quienes hablas?—De los caballeros de brillante armadura, esos que salvan a las damiselas en apuros. —Me calle. Creo que me había dado un golpe en la cabeza.—Yo no soy tu caballero andante.—Lo sé —susurré.”