“Cuando estaba cerca sólo quería estrecharla en sus brazos. Abrazarla, besarla y todo eso. ¿Cómo iba a poder ser frío? Se las arreglaba para traerse a casa chicas del bar. Soltar algunas frases. Llevárselas a la cama. Coger. Presumir delante de los chicos. Pero lo serio era más complicado. El juego en serio era complicado.”
“Debería haberme tomado en serio sus sentimientos, abrazarla con fuerza. Eso era lo que ella buscaba. Ser aceptada y abrazada sin condiciones. Debería haberle hecho sentirse segura aunque sólo fuera una vez.”
“Pensó en abandonar, pero aquello no era un juego, no se trataba de una competición entre las selecciones inglesa y alemana. Aquello era algo mucho más serio. Abandonar sería lo mismo que decirle a Hitler que podía entrar en su país; abandonar significaría entregar su patria, su casa, su familia, sus amigos, su universidad, su libertad... a quienes solo sentían desprecio por todo aquello.”
“Todos cayeron del árbol y se rompieron el brazo alguna vez, todos recuerdan lo travieso que fueron cuando eran niños, lo que no recuerdan, es a sus madres levantándose en medio de la noche para darles una aspirina”
“Él era el lobo más territorial, el chico que las madres de todo el mundo no querrían como yerno. Él era lo más peligroso en su vida y, a la vez, lo más protector- Cahal”
“Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero nada teníamos; íbamos directamente al cielo y nos extraviábamos en el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.”