“Pensó en abandonar, pero aquello no era un juego, no se trataba de una competición entre las selecciones inglesa y alemana. Aquello era algo mucho más serio. Abandonar sería lo mismo que decirle a Hitler que podía entrar en su país; abandonar significaría entregar su patria, su casa, su familia, sus amigos, su universidad, su libertad... a quienes solo sentían desprecio por todo aquello.”
“Por aquellos años su padre comprendía que un pueblo podía cambiar su "modo de vida", su historia, su tecnología, su cultura, su arte y su literatura, pero no le concedía la menor posibilidad de que cambiara sus gestos.”
“un alma humana solitaria más o menos a la deriva en la blancura. Eso era lo que quedaba de un individuo humano cuando se le apartaba de su casa, su familia, sus amigos, su ciudad, su patria, su mundo: un ser sin contexto, cuyo pasado se había difuminado, cuyo futuro era aciago, una entidad despojada de nombre, de sentido, de toda vida excepto un corazón que de momento, provisionalmente, aún latía.”
“Hay veces en que le envidio su juventud, pero trato de no pensar mucho en eso. Un anciano no debe tener celos de aquellos que vienen a ocupar su puesto, y recordar el tiempo en que era joven, sano y viril es un acto de masoquismo que no sirve de nada.”
“En sus ojos se leía a menudo el ardiente deseo de tomar parte en alguna conversación interesante o de juntarse a otro grupo, pero se retenía al pensar que aquello podía parecer excesivo por su parte o demasiado familiar, y que con ello rebajaría su dignidad. Y por eso permanecía eternamente solo, en la misma actitud silenciosa, emitiendo de cuando en cuando un sonido monótono, con lo cual llegó a pasar por un hombre de lo más aburrido.”
“Me acosté en su vieja cama, y miré por la ventana este árbol que probablemente era mucho más pequeño cuando mi padre lo miraba. Y pude sentir lo que sentía en la noche cuando se dio cuenta de que si no se iba, nunca sería su vida. Sería de ellos.”