“-Wndy- continuó él con una voz que ningunamujer, ni grande ni pequeña, ha podido todavía capaz de resistir-. Wendy, yo te digo ahora que una niña sola es mucho más útil que veinte muchachos.”

J.M. Barrie

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“-Ya sé que querías ser amable -dijo, ablandándose-, así que me puedes dar un beso.Se había olvidado momentáneamente de que él no sabía lo que eran los besos.-Ya me parecía que querrías que te lo devolviera -dijo él con cierta amargura e hizo ademán de devolverle el dedal.-Ay, vaya -dijo la amable Wendy-, no quiero decir un beso, me refiero a un dedal.-¿Qué es eso?-Es como esto. Le dio un beso.-¡Qué curioso! -dijo Peter con curiosidad-. ¿Te puedo dar un dedal yo ahora?-Si lo deseas -dijo Wendy, esta vez sin inclinar la cabeza. Peter le dio un dedal y casi inmediatamente ella soltó un chillido.”


“No sé si habéis visto alguna vez un mapa de la mente de una persona. A veces losmédicos trazan mapas de otras partes vuestras y vuestro propio mapa puede resultar interesantísimo, pero a ver si alguna vez los pilláis trazando el mapa de la mente de un niño, que no sólo es confusa, sino que no para de dar vueltas. Tiene líneas en zigzag como las oscilaciones de la temperatura en un ráfico cuando tenéis fiebre y que probablemente son los caminos de la isla, pues el País de Nunca Jamás es siempre una isla, más o menos, con asombrosas pinceladas de color aquí y allá, con arrecifes de coral y embarcaciones de aspecto veloz en alta mar, con salvajes y guaridas solitarias y gnomos que en su mayoría son sastres, cavernas por las que corre un río, príncipes con seis hermanos mayores, una choza que se descompone rápidamente y una señora muybajita y anciana con la nariz ganchuda. Si eso fuera todo sería un mapa sencillo, pero también está el primer día de escuela, la religión, los padres, el estanque redondo, la costura, asesinatos, ejecuciones, verbos que rigen dativo, el día de comer pastel de chocolate, ponerse tirantes, dime la tabla del nueve, tres peniques por arrancarse un diente uno mismo y muchas cosas más que son parte de la isla o, si no, constituyen otro mapa que se transparenta a través del primero y todo ello es bastante confuso, sobre todo porque nada se está quieto.”


“No conocía la melodía, que era «hogar, dulce hogar», pero sabía que estaba diciendo:«Vuelve, Wendy, Wendy, Wendy» y exclamó entusiasmado:-Señora, jamás volverá a ver a Wendy, porque la ventana está cerrada.Volvió a atisbar para ver por qué se había interrumpido la música y entonces vio que la señora Darling había apoyado la cabeza en la caja del piano y que tenía dos lágrimas en los ojos.«Quiere que abra la ventana», pensó Peter, «pero no lo haré, no señor.»Volvió a asomarse y las lágrimas seguían allí, u otras dos que habían ocupado su lugar.-Quiere muchísimo a Wendy-se dijo. Entonces se enfadó con ella por no darse cuenta de por qué no podía tener a Wendy.La razón era tan sencilla:-Yo también la quiero. No podemos tenerla los dos, señora.”


“Peter no era como los demás chicos, pero por fin sentía miedo. Le recorrió unestremecimiento, como un temblor que pasara por el mar, pero en el mar un temblor sucede a otro hasta que hay cientos de ellos y Peter sintió solamente ése. Al momento siguiente estaba de nuevo erguido sobre la roca, con esa sonrisa en la cara y un redoble de tambores en su interior. Éste le decía: «morir será una aventura impresionante.»”


“-¡Y yo no quiero ser nunca mayor!- continuó apasionadamente-, yo quiero ser siempre niño y jugar y divertirme.”


“—Hay tres preguntas que toda mujer debe ser capaz de responder afirmativamente antes de comprometerse con un hombre. Si tu respuesta es no a alguna de las tres preguntas, corre como el infierno.—Es sólo una cita —me río—. Dudo que vayamos a hacer algún compromiso.—Sé que no lo harás, Lake. Hablo en serio. Si no puedes responder sí a estas tres preguntas, ni siquiera pierdas el tiempo en una relación.Cuando abro mi boca, siento como que estoy reforzando el hecho de que soy su niña. No la interrumpo de nuevo.—¿Él te trata con respeto en todo momento? Esa es la primera pregunta. La segunda pregunta es, si es exactamente la misma persona dentro de veinte años que es hoy, ¿todavía querrías casarte con él? Y por último, ¿hace que quieras ser una mejor persona? Si encuentras a alguien que te haga responder afirmativamente a las tres, entonces has encontrado un buen hombre.”