“A uno le gustaría seguir sintiendo cierto respeto por cualquier persona que prefiere la muerte al deshonor”
“¿Acaso no es tremendamente cómodo creer en alguien? Uno se puede dejar arrastrar por la fe sin el menor esfuerzo. Uno puede ser la deshonra en persona y creer firme y piadosamente en cualquier hombre bueno y valeroso. Uno puede comer chocolate y seguir creyendo sin el menor apuro en una gran persona que acaso no tiene qué llevarse a la boca. Y es que creer no cuesta nada. Creyendo y haciendo profesión de fe se perjudica por lo menos tanto como se ayuda. (...) Quien cree realmente hasta el punto de tener que luchar consigo mismo deja de hablar de ello, no dice una sola palabra al respecto, sino que se limita a creer, a sufrir y a creer.”
“No te preocupes. La muerte es el precio que se paga porvivir, así que... ¿qué prefieres?”
“No sé dónde nos han enseñado que socorrer al desvalido equivale a apartarlo de las garras de la muerte a cualquier precio.”
“Hay que luchar por cada bocanada de aire y enviar la muerte al carajo.”
“Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran.”