“Tanto la quería,que, tardé, en aprendera olvidarla, diecinueve díasy quinientas noches.”
“Yo le quería decir que el azar se parece al deseoque un beso es sólo un asalto y la cama es un ring de boxeo,que las caricias que mojan la piel y la sangre amotinanse marchitan cuando las toca la sucia rutina.”
“A ti que aun no sabeslos besos que te caben en la boca,a ti que has comprendidoque a veces el olvido se equivoca.”
“Incluso en estos tiemposen los que soy feliz de otra manera,todos los días tienen ese instanteen que me jugaría la primaverapor tenerte delante.”
“Tú que tanto has besadotú que me has enseñado,sabes mejor que yo que hasta los huesossólo calan los besosque no has dado,los labios del pecado.”
“Que se muera el olvido,que se escondan las llaves de los juzgados,que se acuerde Cupido de los maridosabandonados.Cuando llegue por fin mi mensajea tus manos, en la gasolineravieja esperaré;y tomaremos juntos al abordajela carreteraque te conté.”
“Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa, a cambio de sus besos y su prisa;con ella descubrí que hay amores eternosque duran lo que dura un corto invierno.”