“Sólo Dios sabe cuánto me cuesta mirar y remirar tantos encantos, sin atreverme a extender mis manos hacia ella. Apoderarse de lo que se ofrece a nuestra vista y nos embelesa, ¿no es un instinto propio de la humanidad? ¿No se esfuerza el niño por coger cuanto le gusta? Y yo..?”
“Tengo tanto para dar y mis sentimientos hacia lo consumen todo, tengo tanto, tanto, y sin ella todo se convierte en nada.”
“¿Por qué no he de confesar mi angustia en este momento en que mi ser tiembla y fluctúa entre la vida y la muerte, en que el pasado se proyecta como un relámpago en el sombrío abismo del porvenir, en que todo lo que me rodea se desploma y en que el mundo parece acabarse conmigo? ¿No reconoces la voz de la criatura extenuada, desfallecida, que se hunde sin remedio, y a pesar de su inútil lucha, gritando con amargura...”
“¡Un ángel! ¡Bah! Todos dicen lo mismo de la que aman,¿no es verdad? Y, sin embargo, yo no podré decirte cuánperfecta es y por qué es perfecta; en resumen, haesclavizado todo mi ser.”
“Sólo Dios sabe cuántas veces me he dormido con el deseo y la esperanza de no despertar jamás. Y al día siguiente abro los ojos, vuelvo a ver la luz del sol y siento de nuevo el peso de mi existencia.”
“¿No es más bien [el mal humor] un despecho oculto, hijo de nuestra pequeñez; un descontento de nosotros mismos, mezclado siempre con alguna envidia, excitada por alguna loca vanidad? Vemos gente feliz que no nos debe su felicidad, y esto nos es insoportable.”
“¡Siento tantas cosas..., y mi pasión por ella lo devora todo! ¡Tantas cosas! . . . ¡Y sin ella todo se reduce a nada!”