“Siempre he pensado que en el amor no hay parejas, ni triángulos amorosos, sino una fila india donde uno quiere al que tiene delante, y éste a su vez al que tiene delante de sí y así sucesivamente, y el que está detrás me quiere a mí y a ése lo quiere el que le sigue en la fila y así sucesivamente, pero siempre queriendo a quien nos da la espalda. Y al último de la fila no lo quiere nadie.”
“Quería salvarme de la droga que contamina el cuerpo y las venas y no de la otra, la que entra por debajo y por los ojos, la que se enquista en el corazón y lo corroe, la maldita droga que los más ingenuos llaman amor, pero que es tan nociva y mortal como la que se consigue en las calles envuelta en paqueticos.”
“—Exacto —murmuró ella—. Me encanta la parte en la que el zorro le explica al Principito el proceso de domesticación y decide que quiere que lo domestique a él, que quiere ser su zorro, aunque eso lo haga vulnerable.”
“Aprendió a conocerme, no con la minuciosidad que yo lo conocí, sino con sus conclusiones espontáneas. De todas hablaba y las definía, pero yo tuve el privilegio de ser la única a la que le descubrió nuevas facetas, la única a la que le hizo preguntas de adentro, la única en que esculcó para encontrar lo que nunca le dieron, pero se asustó con el hallazgo, los dos nos llenamos de miedo. Ese dia, cuando volvimos a cerrar lo que abrimos como si nunca lo hubiéramos visto.”
“En la novela de Tolkien, El señor de los anillos, el hobbit Frodo es un héroe renuente; Frodo no quiere asumir la tarea que le ha sido encomendada; Frodo preferiría quedarse en el Shire y vivir en paz allí. En México muchos Frodos piensan así, actúan así, quieren desentenderse así. Prefieren criticar a quienes gobiernan en vez de involucrarse para hacerlo mejor; eligen la pasividad complaciente en lugar de la participación comprometida. Pero Frodo no tiene otra opción y el ciudadano mexicano tampoco. Frodo tiene la tarea de salvar a su mundo y el ciudadano mexicano tiene la tarea de salvar a su país. Un hobbit insignificante destruye el anillo y un ciudadano mexicano puede hacerlo también. Como dice el mago Gandalf: "Todo lo que tenemos que decidir es qué hacer con el tiempo que nos ha sido dado." Para México es tiempo de preguntar: ¿Y Frodo?”
“No sabes reconocer el amor. Has imaginado el amor como una sensación determinada y quieres que en la vida real sea así.”
“Existe una raza de hombres inadaptados, de hombres que no pueden parar ni establecerse, hombres que destrozan el corazón de quien se acerque a ellos y que vagan por el mundo a la ventura...Recorren la tierra, remontan los ríos, escalan de la montaña las cimas más altas, llevan en sí la maldición de la sangre gitana y no saben lo que quiere decir descansar. Si no se movieran de una misma senda llegarían lejos: fuertes son, valientes y sinceros. Pero acaban cansándose siempre de todas las cosas y sólo adoran lo extraño y lo nuevo.”