“...medité en ese laberinto perdido: lo imaginé inviolado y perfecto en la cumbre secreta de una montaña, lo imaginé borrado por arrozales o debajo del agua, lo imaginé infinito, no ya de quioscos ochavados y de sendas que vuelven, sino de ríos y provincias y reinos... Pensé en un laberinto de laberintos, en un sinuoso laberinto creciente que abarca el pasado y el porvenir y que implicara de algún modo a los astros.”
“Crees que la Caída es otra cosa que ignorar que estamos en el Paraíso?”
“Como todo poseedor de una biblioteca, Aureliano se sabía culpable de no conocerla hasta el fin”
“Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es”
“Cuando, en Ginebra o Zurich, la fortunaQuiso que yo también fuera poeta,Me impuse, como todos, la secretaObligación de definir la luna.Pensaba que el poeta es aquel hombreQue, como el rojo Adán del paraíso,Impone a cada cosa su precisoY no verdadero y no sabido nombre.”
“El hijo viejo, el hombre sin historia,El huérfano que pudo ser el muerto,Agota en vano el caserón desierto.(Fue de los dos y es hoy de la memoria.Es de los dos.) Bajo la dura suerteBusca perdido el hombre dolorosoLa voz que fue su voz. Lo milagrosoNo sería más raro que la muerte.Lo acosarán interminablementeLos recuerdos sagrados y trivialesQue son nuestro destino, esas mortalesMemorias vastas como un continente.Dios o Tal Vez o Nadie, yo te pidoSu inagotable imagen, no el olvido.”