“Lo que escribo no es para ti, ni para mí, ni para los iniciados. Es para la niña que nadie saca a bailar, es para los hermanos que afrontan la borrachera y a quienes desdeñan los que se creen santos, profetas o poderosos".”
“Son muchas las lecciones que da la muerte. A mí me ha enseñado un par de cosas que no se aprenden en los libros ni en los doctorados: que nada es para tanto y que siempre se puede escapar.”
“Callar es respetar el dolor ajeno, puede ser. Pero eso no cura nada y yo ya no tengo tiempo ni ganas para esperar a que la gente se atreva a decir. Porque si algo me han enseñado los años y los colgajos es que el tiempo no perdona ni cura. Lo que cura es la verdad, y si duele, mala suerte.”
“Citar es respirar literatura para no ahogarse entre los tópicos castizos y ocurrentes que le vienen a uno a la pluma cuando se empeña en esa vulgaridad suprema de «no deberle nada a nadie». Y es que, en el fondo, quien no cita no hace más que repetir pero sin saberlo ni elegirlo.”
“Bel es un gran lector de mi “geología” y me ha dicho algunas cosas que ningún crítico ha dicho. Es que la verdad yo no escribo para los críticos, sino para los hombres con aserradero. (Pablo Neruda refugiado en un aserradero).”
“Somos como un edificio y el hombre dedica al amor una habitación, lo demás es para el bricolaje, para los niños, para los amigos, para el trabajo...la mujer tumba todos los muros y deja que el amor lo inunde todo.”