“«Todos mueres» se dijo el demiurgo,« al final todos mueren... Pero qué vidas majestuosas podemos llevar mientras tanto. Qué de maravillas nos da tiempo a contemplar».”
“—¡Oídme! —aulló, y al momento se hizo el silencio—. ¡Todos me conocéis! ¡La mayoría habéis combatido conmigo! ¡Hemos matado juntos y más de uno a muerto a mi lado! ¡Sabéis quién soy! —desplegó las alas. La multitud le contemplaba y él se sentía inmenso—. ¡Rocavarancolia nos convoca a una nueva batalla! ¡De nuevo resuenan tambores de guerra!¡Pero no os dejéis engañar! La Rocavarancolia que nos llama no es la nuestra! ¡Nuestro reino agoniza ahí fuera y nada de los que hagamos podrá salvarlo! —Denéstor se removió inquieto y la intranquilidad del demiurgo sirvió de acicate—. ¡Bien se han encargado de ello! ¡Nos lo han arrebatado todo! ¿Me oís? ¡Todo!¡Y aún así estoy aquí para pediros que os dejéis engañar y que luchéis! ¡Porque fuimos grandes! ¡Somos monstruos y demonios! ¡Somos pesadillas y malos sueños! ¡Somos lo que el mundo teme! ¡Y si triunfa Hurza nos convertiremos en víctimas! ¡Y me niego a que ocurra eso! ¡No somos víctimas de nadie! ¡Jamás! ¡Somos verdugos y asesinos! ¡Quisieron exterminarnos antes y no pudieron!¡Luchad, monstruos! ¿Me oís? ¡LUCHAD!¡Luchad por nuestra Rocavarancolia si se os antoja! ¡O por el recuerdo de la antigua! ¡Luchad por Sardaurlar y los reyes conquistadores! ¡Por las torres dragoneras, por la sangre que derramamos! ¡ O por los malditos reyes araña si os apetece! ¡Luchad porque fuimos grandes y nadie que pretenda arrebatarnos eso va a conseguirlo! ¡Luchad por la gloria, por placer, por hacer daño! ¡No me importa el motivo! ¡No me importa qué fuerza os guíe! ¡Sólo quiero que luchéis! ¡Salid ahí fuera y arrasad con todos! ¡Y si se levantan, si osan levantarse, matadlos de nuevo!”
“—Bruno no sabía lo que decía —insistió—. ¿Qué podía saber ese desdichado de finales felices? — la voz le temblaba—. Nada. No sabía nada. La felicidad es estar aquí y ahora, bajo la lluvia, mirándote a los ojos. La felicidad es tener un corazón capaz de amar. Es saber que has sido importante para alguien... Que, de algún modo, en algún momento, has marcado al diferencia. Y la muerte no es nada en comparación con esos momentos.”
“-Si lo que pretendes es suicidarte, adelante. Pero la muerte es un lugar sumamente aburrido, te lo advierto. Está lleno de estatuas mal hechas, ciudades nauseabundas y viejas chifladas.Hector se giró hacia la voz, aturdido al reconocerla.-No te miento. Vengo de allí.”
“—¡Has dicho que sabes cómo termina! —los ojos le brillaban—. Cuéntamelo, por favor ¿Cómo acaba? ¡Necesito saber si ha merecido la pena!—No termina —Sedalar sonrió, la mirada alzada al inmaculado cielo, a la claridad que se los llevaba—. Es ahora cuando empieza.”
“—Lo haré. Lo haré porque no me queda más alternativa. Pero no lo haré para cumplir tu sueño, hechicera —hizo un gesto despectivo hacia la Rocavarancolia que aquella mujer había construido en su interior—. No me interesa esta ciudad. No es la mía ni lo será nunca. Lo haré por venganza. Lo haré por justa ira. ¿Estás contenta, Dama Loca? —quiso saber—. Haré lo que deseas.—Pero por los motivos equivocados.—¿Y dónde está la diferencia? —preguntó él.”
“Me debes tu alma, dos besos a las puertas de la muerte y una noche de masacre. Me los he ganado en buena lid.”