“La muerte y yo nos hablamos de tú desde hace tiempo; ella juega conmigo sin hacerme daño.”
“¿No ha observado usted que la profesión de déspota es más fácil que la de médico o la de abogado? Primer año: ciclo de promesas, sonrisas y cortesías para los electores; segundo año: liquidación de viejas amistades para evitar que con su presencia recuerden el pasado, y creación de un Supremo Consejo de Lambiscones; tercer año: curso completo de egolatría y megalomanía; cuarto y último año: preponderancia de la opinión personal y arbitrariedades a toda orquesta.”
“El político tiene el corazón en el estómago y el filósofo en la cabeza.”
“Las armas las carga el diablo y las descargan los pendejos.”
“Todos, en busca de ese sol de Pátzcuaro que, como los maridos impotentes, calienta, pero no satisface a nadie”
“De entre todas las frutas amargas de la vida, la muerte no es, ni con mucho, la peor. Lo malo es vivir lejos de una misma, que es como vivo yo desde hace años, desde que me trasladé a esta ciudad que no existe y que, sin embargo, se llama Madrid. Madrid no existe, pues; es un sueño provocado por una enfermedad, por unas medicinas que tomamos para combatir alguna enfermedad. Todos los que estamos en Madrid no existimos.”
“Desde aquí, junto a la oreja sorda amo en secreto, y enmudezco.”