“La muerte y yo nos hablamos de tú desde hace tiempo; ella juega conmigo sin hacerme daño.”
“«Yo la conozco desde hace más tiempo», decía mi sonrisa. «Sí, tú has estado entre sus brazos, has probado el sabor de su boca, has sentido su calor, y eso es algo que yo nunca he tenido. Pero hay una parte de ella que es solo para mí. Tú no puedes tocarla, por mucho que te esfuerces. Y cuando te deje, yo seguiré estando aquí, haciéndola reír. Y mi luz brillará en ella. Yo seguiré estando aquí mucho después de que ella haya olvidado tu nombre.»”
“Las cosas hermosas, las obras de arte, los objetos sagrados, sufren, como nosotros, los efectos imparables del paso del tiempo. Desde el mismo instante en que su autor humano, consciente o no de su armonía con el infinito, les pone punto y final y las entrega al mundo, comienza para ellas una vida que, a lo largo de los siglos las acerca también a la vejez y a la muerte. Sin embargo, ese tiempo que a nosotros nos marchita y nos destruye, a ellas les confiere una nueva forma de belleza que la vejez humana no podría siquiera soñar en alcanzar.”
“Bien mirado, el mundo ha dejado de pensar en la muerte. Creer que no vamos a morir nos hace débiles, y peores.”
“En ocasiones lo que más daño nos hace no son los cambios, sino la bofetada de la familiaridad.”
“En esta ciudad eterna el tiempo se detuvo hace varios siglos... Y tú y yo podemos volver a detenerlo, si quieres, durante uninstante.”