“Hemos llegado, desde una gran distancia el uno al otro. Siempre lo hemos hecho. A través de grandes distancias, a través de años, a través de abismos de casualidad. Porque él viene de tan lejos, nada puede separarnos. Nada, ni la distancia, ni los años, puede ser más grande que la distancia que siempre estuvo entre nosotros, la distancia de nuestro sexo, la diferencia de nuestro ser, la de nuestras mentes; esa brecha, ese abismo que salvamos con una mirada, un roce, una palabra, la cosa más simple del mundo. Mira lo lejos que está, dormido. Mira lo lejos que está, lo lejos que está siempre. Pero vuelve, vuelve, vuelve...”