“(...) porque la vida se ríe de las previsiones y pone palabras donde imaginábamos silencios y súbitos regresos cuando pensábamos que no volveríamos a encontrarnos.”
“A quien tal vez no veamos más, o tal vez sí, porque la vida se ríe de las perversiones y pone palabras donde imaginábamos silencios y súbitos regresos cuando pensábamos que no volveríamos a encontrarnos.”
“...no mide las palabras y de vez en cuando se va de la lengua y deja caer palabras envenenadas que corren por las venas, como un cáncer maligno, hasta llegar al corazón y matarlo.”
“Me gusta la lluvia porque todo lo moja y purifica, porque hace que las cosas malas se vayan y me llene de un nuevo aire de esperanza. Me encanta la lluvia porque produce música y los charcos donde las gotas repican. Me gusta la lluvia porque parece que los ángeles lloran y sus lágrimas caen sobre mi cara para esconder mis propias lágrimas. Y al final de todo miro hacia arriba, donde las nubes gordas se juntan y sonrío...”
“Sin embargo, fui ciego y sordo hasta el momento en que tuve una iluminación como antaño, durante mi infancia, cuando las imágenes, las palabras y las letras cobraron vida para mí. Un día mis ojos se abrieron, me desperté como de un sueño y con el espíritu desbordante de alegría me pregunté: «¿Por qué?» Porque la temida clave de todo verdadero saber es la pregunta: «¿Por qué?» Esta palabra es más fuerte que la caña de Thoth y más poderosa que las inscripciones grabadas sobre la piedra.”
“Y diré las palabras que se dicen, y comeré las cosas que se comen, y soñaré las cosas que se sueñan, y sé muy bien que no estarás. No estarás para nada, no serás ni recuerdo, y cuando piense en ti pensaré un pensamiento que oscuramente trata de acordarse de ti...”