“Odio perderte, pero me encantan las razones por las que decides abandonarme.”
“Después de otro momento de silencio, musitó que yo era raro, que sin duda ella me quería por eso, pero tal vez un día yo le repugnaría por las mismas razones.”
“Las emociones, por definición, no son razonables.”
“Había adoptado un nuevo nombre por las razones habituales, y también por algunas no tan habituales, entre las que estaba el hecho de que, para él, los nombres tenían importancia.”
“Se preguntó a sí misma si me quería, y yo, yo no podía saber nada sobre este punto. Tras otro momento de silencio murmuró que yo era extraño, que sin duda me amaba por eso mismo, pero que quizás un día le repugnaría por las mismas razones”
“Quería eso, pero esperaba más. Sufre uno por aquello que espera, más que por lo que quiere. Aceptamos que los deseos puedan ser imposibles, pero jamás las expectativas, que son como las deudas del destino.”