“Todo tiene su valor —le respondió Yavanna— y cada cosa contribuye al valor de las otras.”
“Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo”
“Y por qué es necesario tener valor? —le preguntó el gato con tono de indiferencia.—Porque, cuando haces algo a pesar del miedo que sientes —respondió ella—, necesitas tener mucho valor.”
“La suerte es a menudo una consecuencia natural del optimismo, del valor y de las ganas de vivir y no al contrario”
“Lo que Weirdo detesta de Abel: su docilidad, su fragilidad, su miedo, su incapacidad para enfrentarse a sus propias circunstancias y su cobardía. Sobre todo, su cobardía. Le odia cada vez que baja la cabeza y dice: "sí, madre". Cada vez que permite que le traten como si aún fuera un bebé. Cada vez que cumple órdenes que no entiende, que no comparte, que hace algo que él jamás haría. Por las venas de Weirdo bulle el deseo de rebelarse. Arrebatarle al otro, al dócil, al sumiso, al conformista, las riendas de su vida y, por una vez, hacer lo que le dé la gana. Por una vez...”
“Desengáñese usted; el ladrón, por valiente que sea, al tiempo de robar siempre tiene miedo. El valor viene unido, dice Santo Tomás, con la justicia de la causa, y esto le explica a usted el valor de los mártires que desafiaban la cólera de los emperadores romanos; pero volviendo a los ladrones, repito que tienen miedo, y por miedo matan al que trata de conocerlos.”