“En los últimos seis años, México se ha llenado de narcomantas que despliegan el terror con faltas de ortografía.”
“En México hay tres clases de basura: orgánica, inorgánica y electoral.”
“Las macrópolis han perdido su centro, el núcleo lógico del que una vez salieron. En Tokio, Roland Barthes experimentó la fascinación del vacío central: la ciudad como constante orilla. Los habitantes del Distrito Federal conocemos este asombro; el paisaje nos excede en tal medida que la única forma de cohesionarlo, de darle sentido, es ir de un lado a otro: funciona porque es atravesado.”
“La vida está hecha de malentendidos: los solteros y los casados se envidian por razones tristemente imaginarias”
“Las estrellas del espectáculo viven en estado de irrealidad hasta que estallan como supernovas”
“Años más tarde observé con sorpresa que ese modo que tenía mi hermano de enfrentarse a la realidad aparecía en los libros de texto con el nombre de ascetismo. El asceta busca el bien a través del mal. O se mortifica para alcanzar el bienestar, como ustedes prefieran. Mi hermano era asceta sin haber llegado a oír jamás tan curiosa palabra. Algunos días se ensuciaba la lengua voluntariamente con un poco de tinta para que le administraran una ración doble de la pócima. Aseguraba que se quedaba más tranquilo si comenzaba la jornada con un castigo merecido. Presagiaba que el futuro estaría lleno de cosas inmerecidas que de todos modos nos tendríamos que tragar, en lo que no estaba equivocado.”
“El reino de los Veinticinco Años de Paz era sólo el fruto acendrado y visible de una subterránea labor de generaciones consagradas a la noble y dichosa misión de mantener contra viento y marea la rígida inmovilidad de los principios, el respeto necesario de las leyes, la obediencia veloz y ciega a las normas misteriosas que gobiernan la humana sociedad jerarquizada en categorías y clases sociales (cada una de ellas representando a la perfección su papel en el ilusorio teatro de la vida). Al término de tan vasta y provechosa experiencia el pueblo aprendía a aplicar por sí mismo los designios catárticos y en aquel espurio verano de 1963 tu patria se había convertido en un torvo y somnoliento país de treinta y pico millones de policías no uniformados.”