“—Cuando te conocí, pensé que estábamos hecho el uno para el otro, a pesar de que, en algunos sentidos, parecíamos muy distintos y no parábamos de pelearnos. Pero ahora... —¿El qué? —Ahora no creo que estemos hechos el uno para el otro, sino que nos estamos haciendo el uno al otro, para convertirnos en las personas que seremos. ¿Sabes a lo que me refiero.”
“-Estamos hechos el uno para el otro-susurró-. ¿Puede ser que predestinados el uno al otro? Pero nada saldrá de todo esto. Una pena, pero cuando llegue el alba nos separaremos. No puede ser de otro modo. Tenemos que separarnos para no hacernos daño el uno al otro. Nosotros, predestinados el uno al otro. Hechos el uno para el otro. Una pena. Aquel o aquellos que nos crearon el uno para el otro deberían haberse preocupado de algo más. La mera predestinación no basta, es muy poco. Hace falta algo más. Perdóname. Tenía que decirlo.-Lo sé.”
“— ¿Qué? El hecho de que no puedo tenerte ahora mismo, no significa que estoy bien con que él te tenga.— Voy a fingir que no te referiste a mí como propiedad para poseer. — ¿No podemos poseernos el uno al otro?”
“Lo que mas separa a las personas es, sin duda, que unos vivan en el pasado y otros en el presente.”
“Dormir, según se sabe, es el mas secreto de nuestros actos. Le dedicamos una tercera parte de nuestra vida y no lo comprendemos. Para algunos no es otra cosa que el eclipse de nuestra vigilia; para otros, un estado más complejo, que abarca a un tiempo el ayer, el ahora y el mañana; para otros, una no interrumpida serie de sueños.”
“No pienso resolver a golpes nuestras discrepancias. Lo que hacemos (...) es para ayudarnos el uno al otro, no para usarlo en contra del otro. Somos amigos.”