“No dirías eso si hubieras visto algún pez del Wyld profundo, Goodfellow. Pero más importante, ¿verás alguna vez el Fin del Mundo si te arranco la cabeza?-El Lobo”
“Pero, si algún día no vienes a la hora del desayuno, si te sorprendo a través de algún espejo buscando otra mirada, si el teléfono repiquetea en vano en tu habitación desierta, entonces, después de indecibles angustias (pues la locura del corazón humano no tiene fin) buscaré otro ser como tú, encontraré a otro ser que se te parezca. Entretanto, tratemos de abolir de un solo golpe el tictac del tiempo. Aproxímate más a mí.”
“—¿De dónde vienes, viajero?—Vengo desde el Fin del Mundo —dijo una voz tranquila que hizo que mi corazón deje de latir—. Desde el Río de los Sueños, a través del Pozo, las Zarzas y el Wyld profundo, con el fin de estar aquí. Sólo tengo una petición, retomar mi lugar a tu lado. Para continuar con mi deber como Caballero, y para protegerte a ti y a tu Reino mientras siga respirando. —Alzó la cabeza y empujó hacia atrás la capucha, y un grito de asombro recorrió la sala del trono—. Sigo siendo tuyo, mi Reina —dijo Ash, mirándome fijamente a los ojos—. Si tú me quieres.”
“Pero si no hay futuro –dijo–. ¿Acaso todavía no lo sabes? Esto es el fin del mundo. Nosotros tendremos que quedarnos eternamente aquí.”
“La humanidad se toma a sí misma demasiado en serio. Es el pecado original del mundo. Si el hombre de las cavernas hubiera sabido reír, la historia habría sido diferente.”
“Me dedicó una cálida sonrisa, y esa sonrisa, podría haber derretido el mundo entero, porque si el mundo entero la hubiera visto, ella habría tenido la fuerza suficiente para acabar con todas las guerras y toda la enemistad del planeta, o al menos habría dado lugar a una larga tregua.”