“Tomé una respiración profunda, me adelanté y le tendí una mano.Puck parpadeó, entonces muy en serio extendió la mano y agarró la mía, apretándola fuerte, mientras yo hacía lo mismo.—Buena suerte —dije en voz baja, reuniéndome con sus ojos. Él sonrió, no una de sus sonrisas lascivas, burlonas, una real.—Tú también, Ash.”
“—Quiero llevarte a una playa, tumbarte en la arena y besarte durante horas.Álvaro recordó una muy especial para los dos a la que le apetecía regresar. En los ojos de Celia leyó que ella deseaba volver a ese mismo lugar, tanto o más que él.—La playa de Brighton está muy lejos —le recordó bajando la voz.—¿Tú tienes prisa?Álvaro le acarició la mejilla y ensanchó la sonrisa.—Ninguna.”
“Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus células y neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores. Una mujer es inevitablemente la historia de su vientre, de las semillas que en él fecundaron, o no lo hicieron, o dejaron de hacerlo, y del momento aquél, el único en que se es diosa. Una mujer es la historia de lo pequeño, lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo callado. Una mujer es siempre la historia de muchos hombres. Una mujer es la historia de su pueblo y de su raza. Y es la historia de sus raíces y de su origen, de cada mujer que fue alimentada por la anterior, para que ella naciera: una mujer es la historia de su sangre.Pero también es la historia de una conciencia y de sus luchas interiores. También una mujer es la historia de su utopía.”
“—Tenemos sólo diecisiete años, —dije en voz baja.—A la mierda los diecisiete años. —Sus ojos y su voz eran desafiantes—. Si tuviera que vivir mil años, te pertenecería en todos ellos. Si tuviéramos que vivir mil vidas, querría hacerte mía en cada una.”
“Porque eso es lo que pasa con la depresión. Cuando la sientes profundamente, no quieres dejarla ir. Se convierte en una comodidad. Yo quiero cubrirme dentro de su peso y respirarla en mis pulmones. Quiero alimentarla, hacerla crecer, cultivarla. Es mía. Yo quiero ser una con ella, ir a la deriva envuelta en sus brazos y no despertar en un largo, largo tiempo.”
“-¿Desde cuándo te importa una mierda mi bienestar? Creo que estás confundido en cuanto a la naturaleza de nuestra relación. Tú y yo no nos llevamos bien. Tú eres un monstruo psicópata del control. Pretendes darme órdenes y yo deseo matarte. Soy una idiota insubordinada y cabezota. Te vuelvo loco y tú quieres estrangularme.-¡Una vez! ¡Solo lo intenté una vez!-Una es más que suficiente. La cuestión es que no jugamos limpio. Nosotros...Liberó sus brazos de mis rodillas, me atrajo hacia él, ignorando la daga, y me besó.”