“Ella es la muerte misma, horrible y sin sentido, e incluso si está vestida de sangre y venas no puedo evitar mirar fijamente.”
“¿Es amor? No lo sé. No creo en el amor. Creo en la necesidad. Necesito comer para alimentarme, y si ella no está conmigo, si está enfadada, si no la veo, no puedo comer. Necesito respirar para vivir, y cuando pienso que ella no está conmigo, que está lejos, con otra persona, no puedo respirar. Necesito dormir, y si ella no está a mi lado, no puedo cerrar los ojos. En definitiva, necesito que esté a mi lado, que sea feliz, que me necesite como yo la necesito a ella para poder vivir.”
“Si no nacemos de nuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia, no tiene sentido seguir viviendo.”
“Nos está pasando algo peor que la corrupción en sí misma, y es el acostumbramiento a ella, porque de acostumbrarnos hay un delgadísimo y fácilmente franqueable paso a la admiración y de allí a premiar a los corruptos”
“¿Menores?¿Menores? Seguro.Menores y a la vez mayores.Apenas si han visto nada de la vida y ya han visto demasiado.Una está ungida por la vida y la otra está ungida por la muerte...pero es por ellas por quien te preocupas?Preocúpate por ti, dhampir.Preocúpate por ti y preocúpate por mi nosotros somos los menores”
“Anna está descendiendo sobre mí, bajando las escaleras sin tomar pasos. Arrastra horriblemente los pies como si no pudiera utilizarlos en absoluto. Venas oscuras y de color púrpura cortan a través de su pálida piel blanca. Su pelo es un tono menos negro, y se mueve a través del aire como si estuviera suspendida en el agua, serpenteando detrás y a la deriva como juncos. Es la única cosa sobre ella que parece viva.”