“Cruza las fronteras del tiempo y encuentra el verdadero amor""Me llamo Gwen y soy la última viajera en el tiempo. Así empieza la aventura de mi vida”

Kerstin Gier

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“Al fin y al cabo, no sería la primera que moría de amor; en ese sentido estaba en buena compañía: la Sirenita, Julieta, Pocahontas, la Dama de las Camelias, Madame Butterfly, y ahora también yo, Gwendolyn Shepard.”


“Time ain’t nothing, but time. It’s a verse with no rhyme,And it all come down to you.«El tiempo solo es tiempo. Es un verso sin rima, y todo depende de ti.»”


“—En el comedor se hizo un silencio sepulcral—susurró Xemerius desde la araña—. Todas las miradas apuntaban a la muchacha de la blusa amarillo pipí...”


“-A veces eres realmente... -Gideon sacudió la cabeza, y luego inspiró hondo y dijo muy serio-: Cuando me besas, Gwendolyn Sheperd, es como si perdiera el contacto con el suelo. No tengo ni idea de cómo lo haces ni de dónde lo has aprendido. En todo caso, si ha sido en una película, tenemos que verla juntos. -Se detuvo un momento-. Lo que quiero decir es que cuando me besas, ya no quiero hacer nada más que sentirte y tenerte entre mis brazos. ¡Mierda, estoy tan terriblemente enamorado de ti que es como si hubieran volcado una lata de gasolina en mi interior y le hubieran prendido fuego! Pero en este momento no podemos... al menos uno de nosotros debe mantener la cabeza fría. -La mirada que me lanzó disipó mis dudas-. Gwenny, todo esto me da un miedo horrible. Sin ti mi vida ya no tendría ningún sentido, sin ti... querría morirme si a ti te pasara algo.”


“Amor no conoce ningún freno;para él no existen puertas ni cerrojosni poder que limite sus antojos.Amor no conoce principio ni fin.Agitó siempre sus alas al vientoy así lo hará hasta el fin de los tiempos.”


“—Deberíamos recoger nuestras cosas —dijo Gideon finalmente—. Y deberías hacer algo urgente con tus cabellos; parece como si algún idiota se hubiera puesto a revolver en ellos con las dos manos y luego te hubiera tirado sobre un sofá… Sea quien sea el que nos espere sabrá que dos y dos son cuatro… Oh, por Dios, no me mires así.—¿Cómo?—Como si ya no pudieras moverte.—Es que no puedo —dije en serio—. Soy un pudin. Me has transformado en un pudin.”