“Sí, claro. Algún día saldrás citada en los calendarios de todo el mundo —dije—. «Los corazones no se pueden partir de ningún modo porque son de mazapán». Brillante metáfora de la eminente Leslie Hay.”
“—Yo también preferiría besarte todo el tiempo en lugar de despreciarte —dijo al cabo de un momento—. Pero de algún modo tú tampoco lo pones fácil. -Gideon”
“Pero por amor se hacen las cosas que de otro modo nunca se harían.(...)Cuando se quiere a alguien, de repente el otro es más importante que uno mismo.”
“—En el comedor se hizo un silencio sepulcral—susurró Xemerius desde la araña—. Todas las miradas apuntaban a la muchacha de la blusa amarillo pipí...”
“Amor no conoce ningún freno;para él no existen puertas ni cerrojosni poder que limite sus antojos.Amor no conoce principio ni fin.Agitó siempre sus alas al vientoy así lo hará hasta el fin de los tiempos.”
“-A veces eres realmente... -Gideon sacudió la cabeza, y luego inspiró hondo y dijo muy serio-: Cuando me besas, Gwendolyn Sheperd, es como si perdiera el contacto con el suelo. No tengo ni idea de cómo lo haces ni de dónde lo has aprendido. En todo caso, si ha sido en una película, tenemos que verla juntos. -Se detuvo un momento-. Lo que quiero decir es que cuando me besas, ya no quiero hacer nada más que sentirte y tenerte entre mis brazos. ¡Mierda, estoy tan terriblemente enamorado de ti que es como si hubieran volcado una lata de gasolina en mi interior y le hubieran prendido fuego! Pero en este momento no podemos... al menos uno de nosotros debe mantener la cabeza fría. -La mirada que me lanzó disipó mis dudas-. Gwenny, todo esto me da un miedo horrible. Sin ti mi vida ya no tendría ningún sentido, sin ti... querría morirme si a ti te pasara algo.”
“Sin hacerle caso, acaricié cariñosamente el cabello de su yo inconsciente. —¡Te has dejado K.O. A ti mismo! ¿Aún recuerdas lo cruel que fuiste conmigo por eso? Gideon sonrió débilmente. —Sí, lo recuerdo —dijo—. Y lo siento de verdad. Pero ¿quién puede contar con que pase algo así? ¡Ahora ven de una vez! Antes de que ese tonto se despierte. Hace rato que ha entregado la carta. —Y, a continuación, soltó unas cuantas palabras francesas tras las que supuse que se ocultaban otras tantas maldiciones jugosas, porque recurrió varias veces, igual que su hermano antes, a la palabra merde.”