“-Ángel, nunca serás fea -susurró, mirándome con adoración-. Y cuanto más grande te pongas, eso sólo significa que tengo más de ti para amar.”
“-No puedo cambiar mi pasado, Ángel, créeme que lo haría si pudiera. Nunca he sentido nada por nadie más, lo juro. Nunca le he dicho a nadie que era hermosa, sólo a ti. Nada más se compara a ti -dijo, mirándome intensamente, deseando que entendiera.- Buenas noches, Ángel -susurró.”
“Te amo, Ángel -susurró. Mi corazón se detuvo. Me besó de nuevo, impidiéndome hablar. -No tienes que decir nada. Me he sentido así sobre ti durante años, pero apenas has dejado de mirarme como el mejor amigo idiota de tu hermano. Sólo quería decir las palabras para ti, eso es todo. He estado esperando para decirlas durante mucho tiempo.”
“Pensé que tal vez si encontrara a alguien más, sería capaz de dejar de pensar en ti, pero esto no funcionó. Nada funciona. Cuando estoy con ellas, quisiera que fueras tú. Cuando ellas ríen o hablan, no puedo menos que comparar tu voz o tu risa. Siempre has sido tú; siempre serás tú, Ángel.”
“-¿Cuál es el problema, Ángel? -¡Ese imbécil se robó mi primer beso! -. Liam se echó a reír y me sentí aún peor.-¡No es gracioso, Liam! El primer beso de una chica es importante para ella. Sólo porque seas una clase de súper puta a la que no le importa, y probablemente no recuerda su primer beso, no significa que las pequeñas cosas no son importantes.-Ángel, cálmate. Él no te robó tu primer beso.”
“Era más fácil para mí mantenerme alejado de ti si en realidad no querías estar conmigo. Pensé que si te hacía querer estar lejos de mí, entonces yo no tendría que intentar tan duro.”
“—Te llamo Ángel, porque, honestamente creo que Dios puso un ángel en la tierra sólo para mí —admitió—. La primera vez que te vi pensé que eras un ángel directamente del cielo. Eras tan hermosa que me dejaste sin aliento. Todavía lo haces, todos los días.”