“-No puedo cambiar mi pasado, Ángel, créeme que lo haría si pudiera. Nunca he sentido nada por nadie más, lo juro. Nunca le he dicho a nadie que era hermosa, sólo a ti. Nada más se compara a ti -dijo, mirándome intensamente, deseando que entendiera.- Buenas noches, Ángel -susurró.”
“-Ángel, nunca serás fea -susurró, mirándome con adoración-. Y cuanto más grande te pongas, eso sólo significa que tengo más de ti para amar.”
“Te amo, Ángel -susurró. Mi corazón se detuvo. Me besó de nuevo, impidiéndome hablar. -No tienes que decir nada. Me he sentido así sobre ti durante años, pero apenas has dejado de mirarme como el mejor amigo idiota de tu hermano. Sólo quería decir las palabras para ti, eso es todo. He estado esperando para decirlas durante mucho tiempo.”
“—Te llamo Ángel, porque, honestamente creo que Dios puso un ángel en la tierra sólo para mí —admitió—. La primera vez que te vi pensé que eras un ángel directamente del cielo. Eras tan hermosa que me dejaste sin aliento. Todavía lo haces, todos los días.”
“Pensé que tal vez si encontrara a alguien más, sería capaz de dejar de pensar en ti, pero esto no funcionó. Nada funciona. Cuando estoy con ellas, quisiera que fueras tú. Cuando ellas ríen o hablan, no puedo menos que comparar tu voz o tu risa. Siempre has sido tú; siempre serás tú, Ángel.”
“-Gracias por esto, Ángel, pero no me gusta el Coco Pops. Le fruncí el ceño, confundida. Siempre estaba comiendo mi cereal. -Claro que sí, te lo comes todos los días.Se echó a reír.-No, no lo hago. Hago un plato cada día y pretendo comerlo, antes de que vengas y me lo arrebates.-¿Por qué diablos harías un plato y pretender comerlo? ¿Te gusta hacerme enojar?-No, Ángel. Me gusta hacerte el desayuno.”
“Nunca dejaría de creer en ti -dijo-. Jamás. Lo que siento por ti...-Se atracó-. Es lo más grande que he sentido en mi vida.”