“En la película, la pobre Keira Knightley tiene que pasar por toda esa maldita tragedia con James McAvoy, pero si Keira no hubiera sido atractiva, el nunca se habría fijado en ella y no le habría roto el corazón. Al fin y al cabo todos sabemos eso de que “es mejor haber amado y perdido...”, todo ese rollo es una mierda.Esta teoría se aplica a un montón de películas. Piensa en ello. Si Kate winslet hubiese sido la “Duff”, Leonardo DiCaprio no se habría enamorado de ella en Titanic y nosotros nos habríamos ahorrado un montón de lágrimas. Si Nicole Kidman hubiese sido fea en ColdMountain, no tendría que haberse preocupado por Jude Law cuando se fue a la guerra. La lista es interminable.”
“Conoces a una chica tímida y sencilla. Si le dices que es hermosa, ella pensará que eres simpático, pero no te creerá. Sabe que esa belleza es obra de tu contemplación. Y a veces basta con eso. Pero existe una manera mejor de hacerlo. Le demuestras que es hermosa. Conviertes tus ojos en espejos, tus manos en plegarias cuando la acaricias. Es difícil, muy difícil, pero cuando ella se convence de que dices la verdad... De pronto la historia que ella se cuenta a sí misma cambia. Se transforma. Ya no la ven hermosa. Es hermosa, y la ven.”
“La música es una amante orgullosa y temperamental. Si le dedicas el tiempo y la atención que se merece, es toda tuya. Pero si la desairas, llegará un día en que la llamarás y ella no contestará.”
“En las películas, la ropa simplemente desaparece cuando la pareja está lista para hacer el amor. Están completamente resplandecientes e iluminados con la banda sonora en alza. En la vida real, no es así. Jase tiene que quitarse la camisa y manosear torpemente la hebilla de su cinturón, y yo salto con un pie por la habitación quitándome los calcetines, preguntándome cuán poco sexy es eso. La gente en las películas ni siquiera tiene calcetines. Cuando Jase se quita sus jeans, el cambio que tiene en su bolsillo se sale, suena con estrépito y rueda por el piso.—¡Lo siento! —dice, y los dos nos congelamos, a pesar de que no hay nadie en casa para oír el ruido. En las películas, nadie es auto consciente en este punto, pensando que deberían haberse cepillado los dientes. En las películas, todo está hermosamente coreografiado, montado con una banda sonora cada vez más dramática. En las películas, cuando el chico atrae a la chica hacia él, cuando ambos están finalmente desnudos, nunca chocan sus dientes entre sí, se avergüenzan, necesitan reír y volver a intentarlo.Pero aquí está la verdad: En las películas, nunca es ni la mitad de lo maravilloso de lo que es aquí y ahora con Jase.”
“Hay días en que pienso que ser de izquierdas es una especie de facultad, como la memoria. Todos la tenemos en estado de latencia. Si no la usas nunca, te mueres sin enterarte de que la tenías. La prueba de que está ahí, sin embargo, es que en determinadas situaciones aparece.Muchas veces se confunde con el orgullo. Pero hay dos clases de orgullo. Para mí, cuando esa facultad no está involucrada el orgullo es puro amor propio. Y cuando el orgullo es amor propio, lo que sale es la pataleta, el sofocón, se pone la cara roja y falta el aire. En cambio, si esa facultad interviene el orgullo se generaliza. La persona comprende que la ofensa, el abuso, lo que sea, no se lo están haciendo sólo a ella; y se le llenan los pulmones de aire;dice «no puede ser» y las tres palabras vienen de muy lejos, de muchos compañeros caídos y compañeras, de muchas personas aplastadas, humilladas; y aflora en ella un valor, una determinación con los que no soñaba.”
“...se ahonda en la anomalía, en lo repugnante y mezquino como si nuestra norma fuese la del respeto y la generosidad y la rectitud y hubiese que analizar microscópicamente cuanto se sale de ella: como si la mala fe y la tradición, la malquerencia y la voluntad de daño no formaran parte de esa norma y fueran cosas excepcionales, y merecieran por ello todos nuestros desvelos y nuestra máxima atención. Y no es así.”