“Me puse muy, muy borracho la noche de graduación, y cuando me desperté, alguna descarada y sexy zorra había robado mi virginidad.Pensé que habíamos tenido una gran noche, pero cuando traté de conseguir su número, prometió que nunca me vería de nuevo. Es algo que me rompió el corazón. Llámame romántico, pero nunca había esperado que mi primera vez fuera tan impersonal... - Nathan”
“—Harper, te amo mucho más de lo que puedo explicar. Conocerte cambió mi mundo. Incluso cuando pensé que nunca serías mía, no podía seguir viviendo una vida que sabía que odiabas. La noche que me dijiste que me amabas fue la mejor noche de mi vida, hasta esta noche. Nunca te dejaré ir otra vez, quiero estar contigo por el resto de mi vida. Quiero casarme contigo algún día Harper. —Hizo una pausa y buscó mis ojos—. Haría cualquier cosa por ti, no sé que hacer para que me creas, pero pasaré la eternidad tratando de mostrártelo.”
“Aplaudo hasta que mis manos arden. Aplaudo como si haciéndolo pudiera alargar la noche, como si pudiera transformar la Noche de Reyes en una noche de veinticuatro horas. Aplaudo para poder aferrarme a este sentimiento. Aplaudo porque sé lo que sucederá cuando me detenga. Es lo mismo que pasa cuando apago una muy buena película —una en la que me he sumergido— que es ser lanzada de regreso a mi propia realidad y un vacío se instalará en mi pecho. Algunas veces, miraré una película una y otra vez para recuperar esa sensación de estar dentro de algo real. Lo cual, lo sé, no tiene sentido.”
“Con la moneda en mi mano, aplaudo. Aplaudo hasta que mis manos arden. Aplaudo como si haciéndolo pudiera alargar la noche, como si pudiera transformar la Noche de Reyes en una noche de veinticuatro horas. Aplaudo para poder aferrarme a este sentimiento. Aplaudo porque sé lo que sucedería cuando me detuviera. Es lo mismo que pasa cuando apago una muy buena película una en la que me he sumergido que es ser lanzada de regreso a mi propia realidad y un vacío se instalará en mi pecho. Algunas veces, miraría una película una y otra vez para recuperar esa sensación de estar dentro de algo real. Lo cual, lo sé, no tiene sentido.”
“Nunca la conoceré del todo”, pensó, como en una repentina y dolorosa revelación. Estaba ahí, al alcance de su mano y de su boca. En cierto modo estaba sin defensa ¡pero qué lejana, qué inaccesible que estaba! Intuía que grandes abismos la separaban (no solamente el abismo del sueño sino otros) y que para llegar hasta el centro de ella habría que marchar durante jornadas temibles, al borde de volcanes en erupción, entre llamaradas y tinieblas. “Nunca”, pensó, “nunca”. ”Pero me necesita, me ha elegido”, pensó también. De alguna manera lo había buscado y elegido a él, para algo que no alcanzaba comprender. Y le había contado cosas que estaba seguro jamás había contado a nadie, y presentía que le contaría muchas otras, todavía más terribles y hermosas que las que ya le había confesado. Pero también intuía que había otras que nunca, pero nunca le sería dado conocer. Y esas sombras misteriosas e inquietantes ¿no serían las más verdaderas de su alma, las únicas de verdadera importancia?”
“...bajo la capa de crueldad que lo cubría, se asustaba y se horrorizaba ante su propia violencia (...). Un monstruo (...) que de vez en cuando se negaba a comportarse como tal. Y cuando una bestia dejaba de actuar como lo es ¿dejaba de serlo? (...) Esa noche (...) había demasiadas preguntas y muy pocas respuestas.”