“—Cuéntate a ti misma eso, valkiria. —Se inclinó para capturar sus jadeos con sus labios—. Tanto como quieras.”
“Te llamas a ti misma ciudadana del mundo, sus ojos susurraban, pero eso sólo significa que no perteneces a ningún sitio.”
“—Gracias por traerme. —Me acerqué a él para despedirme con un beso en la mejilla, pero él corrió su cara y nuestros labios se terminaron rozando. Me alejé de él de un golpe—. No.—Dijiste que no ibas a analizarlo.—No quiero usarte.Sus ojos se volvieron más pequeños y esa sonrisa traviesa que lo caracterizaba se puso en sus labios y en sus ojos—. Soy utilizable, no me preocupo por eso.”
“Él mordió sus labios y durante segundos, boca contra boca, aspiró esa tibieza que le traspasaba como si estrechara el mundo entre sus brazos. Mientras tanto ella se agarraba a él, como ahogada, surgía por impulsos de este gran agujero profundo en el que estaba arrojada, rechazaba entonces sus labios que atraía después, volviendo a caer entonces en las aguas negras y heladas que la quemaban como un pueblo de dioses.”
“Victoria se inclinó sobre el bebé.-Christian. Vamos a ver a Christian.El bebé abrió mucho sus ojos azules, como si lo hubiese comprendido.”
“Yo despierto gritando por pesadillas. Pero sus brazos están ahí para confortarme. Y finalmente sus labios. Y sólo él puede darme eso. Él susurra: Tú me amas. ¿Real o no real?.. Yo digo: -Real..”