“Akiva supo que ella era su álef, su verdad y su comienzo. Su alma.”
“Érase una vez una niña que creció entre monstruos. Pero los ángeles incendiaron las puertas hacia su mundo, y ella quedó completamente sola.”
“En algún momento, Akiva tal vez hubiera sentido vergüenza por enamorarse de Madrigal. Ahora aquella vergüenza era lo único que lo avergonzaba. Amarla había sido el único acto puro de su vida.”
“—Quiero que sepas… —Akiva tragó saliva—. Necesito que sepas que me sentí atraído por ti (por ti, Karou) antes de descubrir el hueso. Antes de darme cuenta, y creo… creo que siempre te encontraría, sin importar lo escondida que estuvieras —la miró con extraordinaria intensidad—. Tu alma y la mía cantan la misma canción. Mi alma es tuya, y siempre lo será, en cualquier mundo. No importa lo que suceda… —su voz se quebró y tuvo que respirar hondo—. Necesito que recuerdes que te quiero.”
“Érase una vez un ángel y un demonio que se enamoraron. Pero su historia no tuvo un final feliz”
“Qué infantil resultaba, considerando dónde se encontrabaahora, haber creído que existía un propósito divino en su amor.Y aun así, qué hermoso había sido. Lo que había compartidocon Akiva no podía arrebatárselo la vergüenza.”
“—Los deseos son engañosos; sin embargo, la esperanza es sincera. La esperanza realiza su propia magia.”