“No existe ninguna ley que prohíba volar, ¿verdad?. -Claro que sí. La ley de la gravedad.”
“—Eso no es paz. La paz es más que ausencia de guerra. La paz es concordia. Armonía.”
“—Quiero que sepas… —Akiva tragó saliva—. Necesito que sepas que me sentí atraído por ti (por ti, Karou) antes de descubrir el hueso. Antes de darme cuenta, y creo… creo que siempre te encontraría, sin importar lo escondida que estuvieras —la miró con extraordinaria intensidad—. Tu alma y la mía cantan la misma canción. Mi alma es tuya, y siempre lo será, en cualquier mundo. No importa lo que suceda… —su voz se quebró y tuvo que respirar hondo—. Necesito que recuerdes que te quiero.”
“Te has preguntado alguna vez si son los monstruos los que provocan la guerra, o si es la guerra la que genera monstruos”
“Había descubierto que la clemencia era capaz de una alquimia increíble: una sola gota podía diluir un lago de odio.”
“—¡Oye! Puede que mi cuerpo sea pequeño, pero mi espíritu es grande. Por eso llevo zapatos con plataforma. Para estar a la altura de mi alma.”
“Anhelar el amor la hacía sentir como un gato que siempre se enrosca en los tobillos maullando acaríciame, acaríciame, mírame,quiéreme.Preferiría ser el gato que observa todo con descaro desde lo alto de una pared, con expresión inescrutable. El gato que evita las caricias, que no las necesita. ¿Por qué no ser ese gato?”