“Tita bajó la cabeza y con la misma fuerza con que sus lágrimas cayeron sobre la mesa, así cayó sobre ella su destino. Y desde ese momento supieron ella y la mesa que no podían modificar ni tantito la dirección de esas fuerzas desconocidas que la obligaban, a la una, a compartir con Tita su sino, recibiendo sus amargas lágrimas desde el momento en que nació, y a la otra a asumir esa absurda determinación”
“Tegan rodó con ella sobre la cama, suavemente acomodándola debajo de su cuerpo que ya despertaba. Miró a sus ojos lavandas viéndolo con tanto amor y eso simplemente lo desarmó. La besó lentamente, con sinceridad y ternura.“Ya estoy en casa” le dijo con esa voz grave y ronca por la emoción, mientras la presionaba debajo de él. “Éste es el único hogar que siempre voy a necesitar”.”
“La verdad es un cuchillo afilado, la verdad es una llaga incurable, la verdad es un ácido corrosivo. Por esto durante los días de su juventud y de su fuerza, el hombre huye de la verdad hacia las casas de placer y se ciega con el trabajo y con una actividad febril, con viajes y diversiones, con el poder y las destrucciones. Pero viene un día en que la verdad lo atraviesa como un venablo y ya no siente más el júbilo de pensar o trabajar con sus manos, sino que se encuentra solo, en medio de sus semejantes, y los dioses no aportan ningún alivio a su soledad.”
“La sencilla y sorprendente verdad sobre la India y sobre su gente es que cuando vas a su país y tratas con ellos, el corazón siempre te guía más sabiamente que la cabeza. No hay lugar en el mundo donde eso sea más cierto.”
“Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus células y neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores. Una mujer es inevitablemente la historia de su vientre, de las semillas que en él fecundaron, o no lo hicieron, o dejaron de hacerlo, y del momento aquél, el único en que se es diosa. Una mujer es la historia de lo pequeño, lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo callado. Una mujer es siempre la historia de muchos hombres. Una mujer es la historia de su pueblo y de su raza. Y es la historia de sus raíces y de su origen, de cada mujer que fue alimentada por la anterior, para que ella naciera: una mujer es la historia de su sangre.Pero también es la historia de una conciencia y de sus luchas interiores. También una mujer es la historia de su utopía.”
“La ciudad que había pagado a sus madres con la humillación y la privación de sus derechos, estaba ahora a punto de recibir su respuesta enfundada en armaduras, cascos y escudos, y con la lanza y la espada en lugar de la palabra. El cordero había dejado de serlo para convertirse en lobo. La maternidad se había prohibido a sí misma, dispuesta a no crear más vida sino sobre la propia muerte. La paciencia, agotada. Los buenos deseos, superados. Los ojos del corazón, fuertemente vendados para no ver ni sentir lo que habría de suceder. El odio asomándose e intentando crecer en el interior, apenas contenido por una razón que había decidido entregarse ya a la obediencia ciega. Los cuerpos entrenados, preparados, dispuestos y anhelantes, pidiendo sólo una dirección, un objetivo hacia el que dirigirse.”