“Me refiero al amor –susurró en voz baja-. Cuando amas a alguien, sientes algo aquí –añadió, colocando su mano sobre el corazón de Uri-. Tan fuerte que parece que no puedes respirar. Tan intenso que deseas estar siempre con esa persona y no separarte de ella nunca más.”
“No estoy celoso, si es eso lo que piensas. No veo por qué tienes que amar a una sola persona, si en tu corazón hay espacio para dos. No me perteneces. Tan solo me pertenece lo que sientes por mí. Pero tú puedes sentir otras cosas... por otras personas. Los sentimientos son libres y no siguen normas de ninguna clase.”
“A su lado, la mujer que lo había devuelto a la vida lloraba de felicidad, porque sabía que la pesadilla había terminado y ella ya no tendría que vivir como una hija de la noche nunca más. Y sonreía, y soñaba con la nueva vida que los aguardaba al final de la travesía, en una bella finca en Italia, junto al mar, con mucho sol. Mucho sol.”
“Casi había olvidado el dolor que se siente por dentro cuando es tan evidente que tú y yo no somos iguales.”
“Haz lo que deseas, y no lo que todos esperan de ti. Deja que sea tu corazón el que guíe tus actos.”
“- No quería matarte- dijo ella-. No quería hacerte daño. pero sentía que no tenía opción, ¿entiendes?Christian sacudió la cabeza.- Me clavaste una espada en el vientre- dijo-. Yo te clavé una espada en el corazón. teniendo eso en cuenta , creo que no he salido muy mal parado.- Habría muerto antes que matarte- susurró ella-. pero ya estaba muerta, de alguna manera.Victoria y Christian”
“Yaren:¿Los unicornios tiene sueños?. No me refiero a los sueños que nos visitan cuando estamos dormidos, sino al tipo de sueño, de deseo... Por el cual luchas toda tu vida. Ese sin el cual tu existencia parece que no tiene sentido. ¿Has tenido alguna vez ese tipo de sueño? Victoria: Creo que sí Yaren: ¿se hizo realidad? Victoria: No. Se hizo pedazos.”