“¿Y cómo se supone que voy a Berlín? ¿Saco las alas y voy volando?”
“-Ángel, ¿cómo diablos se supone que me voy a concentrar todo el día, sabiendo que mi hermosa novia se ve como una maldita diosa del sexo? ¿Estás torturándome a propósito?”
“-No necesitas gastar cada momento del día protegiéndome ahora. Se supone que debo ser tu compañera, no tu carga, y si eso es todo lo que voy a ser para ti, entonces no quiero estar aquí nunca más. Quiero que me ames. Quiero ansiar venir aquí cada otoño. Quiero que el invierno sea mi estación favorita porque puedo pasarla contigo. Así que dime si eso va a suceder, Henry. Dime que las cosas van a mejorar, que no vas a pensar en Perséfone cada vez que me toques. Dime que vas a amarme tanto como la amas a ella, y que no voy a pasar el resto de mi eternidad estancada en la comparaciónde los recuerdos de mi hermana.-Silencio.-Por favor,-le susurré.-Te lo ruego. Si tú no lo haces...Si tú no lo haces, me voy a ir. Y no quiero decir solo por el verano. Voy a dejar el Inframundo, y no voy a volver.-”
“—Bueno, ¿cómo te va, capitán?Y yo dije:—Me va muy bien, gracias —que es lo que se supone que tienes que decir.”
“¿Y en qué piensas ahora? - Pues en que te vas a levantar y vas a pasar junto a mí, y yo voy a mirarte y a seguirte con los ojos; va a crujir la seda de tu vestido, mi corazón va a desfallecer, saldrás de la habitación y yo me acordaré de cada una de las palabras que has pronunciado y del tono de voz con que las has dicho. Y en cuanto a la noche pasada, no pensé en nada, no hice más que escuchar cómo respirabas dormida y cómo te moviste en la cama dos veces...”
“¿Cuándo murió? ¿Ha ocurrido de veras? ¿Y cómo voy a poder soportarlo el resto de mi vida sin volverme loco?.”