“Ya sabes que no puedes ser feliz a menos que seas desgraciada alguna vez, ¿verdad? – me dice susurrando, y su voz es áspera como si acabara de llorar”
“Supongo que ese es el secreto si alguna vez deseas que las cosas vuelvan a ser como eran. Sólo tienes que mirar hacia arriba.”
“A veces pienso que las personas están en lo cierto sobre todo, la gente del otro lado en Zombilandia. Tal vez sería mejor si no pudiéramos amar. Si no pudiéramos perdernos. Si no pudieran pisotear nuestros corazones, destrozarlos; si no tuviéramos que remendarlo como monstros Frankenstein, todo cosido junto y ligado por no ser que. Si solo pudiéramos flotar, como la nieve.Eso es Zombilandia: frio, calma, silencio. Es el mundo después de una nevada, la paz que viene con ella, el silencio sordo y el sentido de que nada en el mundo se mueve. Es hermoso, a su modo. Tal vez es mejor así.Pero como alguien que ha visto el verano -grandes explosiones de gris y el cielo iluminado como una explosión de electricidad a la puesta del sol, un montón de flores y viento que huele a miel- elegiría la nieve?”
“(...) cuán extrañas son las personas. Puedes verlas todos los días, puedes pensar que los conoces, y entonces puedes descubrir que apenas si sabes algo de ellas.”
“... si no es posible regresar a los sitios de los que has partido, no es porque los sitios cambien, sino porque cambias tú. Como ya no eres la misma persona, no puedes ver las cosas igual que antes.”
“¿Cómo la amé?Déjame contar las maneras.Las pecas en su nariz, como la sombra de una sombra; la forma en que ella se mordía el labio inferior cuando estaba pensando, la forma en que su cola de caballo se balanceaba cuando ella caminaba y cómo cuando corría se veía como si hubiera nacido para ir rápido, cómo encajaba perfectamente contra mi pecho, su olor y el tacto de sus labios y su piel, que estaba siempre cálida, y cómo ella sonreía.Como si tuviera un secreto. Cómo inventaba siempre palabras durante el Scrabble. Hyddyn (música secreta). Grof (comida de cafetería). Quaw (El sonido que hace un pato bebé). Como eructó a su manera el alfabeto una vez, y me reí tanto que escupí refresco por la nariz. Y cómo me miraba como si pudiera salvarla de todo lo malo en el mundo.Esta era mi secreto: Ella fue la que me salvó.”
“Me dije que si estaba viva iba a seguir adelante, me olvidaría, sería feliz de nuevo. Intenté decirme a mí mismo que era lo que quería para ella.Sabía que nunca volvería a verla. Pero la esperanza llegó, no importa cuán duro y rápido traté de sacarla fuera. Al igual que estas hormigas coloradas diminutas que solíamos tener en Portland. No importaba lo rápido que las mataran, siempre había más, un flujo constante de ellas, resistentes, siempre multiplicándose.Tal vez , la esperanza, dijo. Tal vez”