“Cerró los ojos y dejó que Eleanor siguiera. Aunque viviera mil años, no se cansaría nunca de que le tocara el pelo.”
“-—No puedo... -susurró.Y miró a Christian, y vio que él seguía observándola, y por primera vez vio con claridad que sus ojos azules, habitualmente fríos como cristales de hielo, estaban llenos de ternura.—No... -dijo.Pero, cuando Christian se inclinó para besarla, Victoria le echó los brazos al cuello y se acercó más a él, y cerró los ojos, y se dejó llevar; y, cuando los labios de él rozaron los suyos, fue como una especie de descarga que la hizo estremecerse de arriba abajo. Se abandonó a aquel beso, sintiendo que se derretía y, cuando finalizó, los dos se abrazaron, temblando, bajo la luna llena.”
“Henry vio como desaparecían entre los árboles, y tan pronto como ya no pudo ver su pelo oscuro, cerró los ojos. Estos seis meses eran de ella para hacer lo que ella quisiera; no tenía ni voz ni voto sobre ellos, y tenía que respetarlo que sin importa lo mucho que le doliera verla marcharse con James.En menos de medio año, volvería a ser suya, y se aseguraría de recordarle por qué se había casado con él en primer lugar. Hasta entonces, la espina que James había clavado en su corazón sólo podía hacerlo más profundamente, pero como había hecho durante los últimos miles de años, tendría que soportarlo.Por Kate. Por sus vidas juntos. Y porque no tenía otra opción.-Henry-”
“—Si te encuentran, tendré que exterminar tu fuerza vital para cerrar el portal.Me invadió una sensación de terror. —¿Y eso qué significa? Apretó los labios contra mi frente y cerró los ojos. —Significa que tendré que matarte.”
“Y no dejó a las lágrimas salir por mucho que le quemaran, le dolieran en los ojos, porque llorar iba a hacer que todo pareciera mucho peor.”
“El mundo nunca supo tanto de sí mismo y de su naturaleza como ahora, pero no le sirve de nada. Siempre hubo maremotos, fíjese. Lo que pasa es que antes no pretendíamos tener hoteles de lujo en primera línea de playa... El hombre crea eufemismos y cortinas de huo para negar las leyes de la naturaleza. También para negar la infame condición que le es propia. Y cada despertar le cesta los doscientos muertos de un avión que se cae, los doscientos mil de un tsunami o el millón de una guerra civil.”