“—No puedo recordarte —dice de repente en un hilo de voz. La voz de Aya es tan débil que por un instante tengo la impresión de que estoy imaginándolo—, pero que no recuerde, no significa que no pueda sentir.”
“-... Pero ¿sabes en que pense todo el día ayer? un pensamiento que no me puedo evitar no importa cuan disgustado estoy contigo.-No.-Que tengo suerte porque la persona que no puedo sacar de mi cabeza, la persona que significa más para mi de lo que puedo soportar aun está viva, ella está todavía allí, y esa eres tu.”
“-Me has dicho que no dura, que desear ser feliz nunca dura. Así que lo que me haría sentir completa es formar parte de algo en vez de ser invisible, pero no quiero desear eso. No puede que sea tan patética para desear algo así –su voz se apaga. –No sé qué hacer.Me río. No quiero, pero no puedo evitarlo. No me extraña que no pueda saber lo que quiere, puesto que no es un auténtico deseo. Los ojos de Viola brillan de ira.-Me alegro de que te haga gracia.Suelto otra carcajada.-Bueno, es que es imposible ser una persona rota por completo. No eres más que una persona. Solo puedes existir. Solo formas parte de ti misma, tú eres la única responsable de tu felicidad o de lo que sea. Ese sentimiento de estar rota o completa no es más que un truco de la mente mortal. Los tres deseos no te harán sentir más completa de lo que eres ahora. Al menos no por mucho tiempo.”
“(...) estaba tan por encima de la ciudad que tenías la impresión de contemplar un mundo enorme y abandonado que se extendía en cuadrículas anónimas, una vista que confirmaba que estabas mucho más solo de lo que creías.”
“Ahora dime, ¿por cuánto tiempo la tendrías después de haberla poseído? -le pregunto como Rosalind. Mi voz ya no suena como la mía. Es rica y resonante con emoción, llena de las preguntas que debería haber preguntado cuando tuve la oportunidad.Él responde:-Para siempre y en un día.Todo el aliento sale de mí. Esta es la respuesta que necesito. Incluso si no resulta ser verdad. Trato de leer la siguiente línea, pero no puedo hablar. No puedo respirar. Oigo un ruido de viento en mis oídos y parpadeo para detener que las palabras bailen por la página.Después de unos momentos, me las arreglo para ahogar la siguiente frase:-Di "un día" sin el "nunca",-antes de que mi voz se rompa.Porque Rosalind entiende. Di un día sin el nunca. Después del cual vendrá la ruptura.No me extraña que ella no le diga quién es en realidad.”
“Tengo la impresión de que sus corazones merecerían, aún más que el mío , los cuidados de un buen relojero.”