“No le sorprendió, tampoco, sentir una doble perforacIón en la garganta al echar la cabeza atrás: su preciosa pantera sólo estaba un poco domesticada en realidad, y necesitaba aprender algunas cosas básicas sobre la etiqueta de las citas, por ejemplo, que uno besa antes de morder.”
“Sin tratar de influenciarla, seguía extendiendo sus enormes y suaves alas oscuras alrededor de ella para que no tuviera ningún lugar adonde correr, ningún lugar al que huir. Elena sintió que empezaba a desmayarse con la intensidad de la pasión que había forjado entre ellos y, como un gesto definitivo, no de repudio, sino de invitación, arqueó la cabeza hacia atrás, mostrándole la garganta desnuda, y dejó que percibiera su ansia. Y como si repicaran grandes campanas de cristal a lo lejos, sintió el júbilo de Damon ante su rendición voluntaria a la aterciopelada oscuridad que caía sobre ella.No llegó a sentir los dientes que perforaban la piel y reclamaban su sangre. Antes de que eso sucediese veía estrellas. Y luego los oscuros ojos de Damon engulleron el universo.”
“¡Ese vocabulario, queridos! Qué os parece esto: uno de vosotros ha guardado un secreto toda su vida, y lo sigue haciendo en estos momentos. Uno de vosotros es un asesino; y no estoy hablando de un vampiro, ni de eutanasia ni nada por el estilo. Y luego está la cuestión de la verdadera identidad de Sage... ¡Buena suerte con vuestra investigación ahí! A uno de vosotros ya le han borrado la memoria... y no me refiero a Damon o a Stefan. ¿Y qué hay del misterioso beso robado? Y luego está la cuestión de lo sucedido en la noche del motel, que parece que nadie excepto Elena puede recordar. Podríais preguntarle algo sobre sus teorías respecto a Camelot.”
“Hadley presiono su cabeza contra la ventana del taxi y se descubre sonriendo al pensar en él. Es como una canción que uno no puede quitarse de la cabeza. Por mucho que lo intente, la melodía de su encuentro suena sin fin en su cerebro, cada vez más hermosa, como una nana, o un himno, y se le ocurre que nunca se cansará de escucharla.”
“El secreto de la reconciliación, el secreto del amor eterno, el secreto de aprender a no mirar nunca atrás excepto para recordarse a uno mismo (sobre todo en las épocas difíciles) las razones por las que una vez nos enamoramos de la persona con la que vivimos”
“Elena colocó resueltamente sus propias manos a la espalda. Damon no era un sentimental, ni siquiera cuando se ponía en plan «Príncipe de la Noche». La rosa probablemente tenía algo que ver con el viaje que llevaban a cabo.”
“Por eso la cuestión primordial, la primera y la básica de todas las cuestiones venezolanas, la que está en la raiz de todas las otras, y la que ha de ser resuelta antes si las otras han de ser resueltas algún día, es la de ir construyendo una nación a salvo de la muerte petrolera. Una nación que haya resuelto victoriosamente su crisis petrolera que es su verdadera crisis nacional”