“Esto es lo que me pasó a mí. Pensé que tenía normas. Yo creía en mis absolutos. Lo hice para la mayoría de las situaciones. Entonces no lo hice. Conforme pasó el tiempo, mi mundo se volvió gris y mis absolutos se oscurecieron. El bien y el mal sedisolvieron en lo que sabía que tenía que hacer.”
“¿Por qué finge todo el mundo que todo lo que no es importante lo es y mucho, y al mismo tiempo todos se afanan terriblemente en fingir que lo realmente importante no lo es en absoluto?”
“Holístico.En algunos momentos de soledad pienso: ya está, este es el estado auténticamente natural. Lo único que necesito son mis pensamientos, mis pequeñas obras creativas y mi capacidad para hacer lo que quiera hacer. Yo soy yo, nada más. Emparejarse es una imposición social. No es en absoluto un acto necesario para todo el mundo. Quizá estoy mejor así. Quizá podría vivir la vida entera en mi propio mundo y marcharme cuando me llegue la hora.”
“Jesús, alguna vez quise decir las palabras, pero apenas podía admitirlo ante mí mismo, y mucho menos a ella. En el fondo yo sabía que era un pedazo de mierda, y ella se merecía algo mejor. Una parte de mí quería que la llevara a la habitación y mostrarle por qué ella era diferente, pero también fue lo único que me detuvo. Ella era mi opuesto: Inocente en la superficie, y dañada profundamente en su interior. Había algo en ella que necesitaba en mi vida, y aunque no estaba seguro de lo que era, no podía dar a mis malos hábitos y joderla. Ella era el tipo de las que perdona, yo podía ver, pero tenía líneas dibujadas que yo sabía que no debía cruzarlas.”
“—Ahora lo entiendo —dije, con la voz amortiguada contra su hombro—. Lo entiendo de verdad. —¿Entender qué? —Lo que se siente al ver que la persona que más quieres en el mundo está en peligro. Antes no lo sabía de verdad. Y al ver a Felicity apuntándote al corazón con la pistola, de repente me sentí una estúpida por no haberlo sabido. —¿Saber qué? —Lo salvaje que es. No tiene nada de razonable ni de lógico. Tenías razón al decir que pierdes el control en lo que se refiere a mí. Yo no podía controlar lo que iba a hacer. Provoqué la explosión porque no podía pensar en otra cosa que en salvarte. No pensé en lo peligroso que era para mí y para los demás. En ese momento solo me importabas tú. Solo tú. Y habría hecho cualquier cosa por salvarte. Habría pagado cualquier precio, habría cometido cualquier pecado, habría vendido mi alma con tal de salvarte.”
“—¿Qué ocurre? ¿Es que te da miedo que pierda el control? Deja que te hable del control, esposa mía. He pensado mucho en él durante estos últimos meses, ¿y sabes a qué conclusión he llegado? A que es una ilusión. Durante toda mi vida me he enorgullecido de tener el control. Ha sido lo único constante durante mi precaria existencia. Me ocurriera lo que me ocurriera, yo tenía la capacidad de ejercer el dominio sobre mí mismo. Reprimía las visiones porque podía hacerlo. Era lo único que tenía. Yo abrí la boca, pero él no me permitió decir nada y continuó hablando con la voz tensa de emoción. —Lo único que tenía era el control, y ahora lo estoy perdiendo, ¿lo entiendes? El día de nuestra boda prometí que te protegería, y después te prometí, como un idiota, que te dejaría participar en mi trabajo. Pensaba que podría hacerlo, que podría controlar el miedo que siento por ti, el terror que siento por si te ocurre algo, pero no puedo. No puedo dominarlo del mismo modo que no puedo dominar lo que me ocurre cuando llegan las visiones. Me he pasado toda la vida manteniendo a raya estas emociones, y ahora resulta que la lógica y el control, mis únicos amigos en este mundo, me han abandonado. Construí mi vida y mi carrera profesional basándome en ellos, y me han dejado cuando más los necesitaba.”