“Tener hambre y no poder comer es morir un poco cada minuto, cada segundo.”

“la vida no se podía enseñar y cada uno tenía que aprender a vivirla.”

“¿Sabes cuál es la diferencia entre un adicto y un enfermo?... Que el adicto puede dejar de serlo en cualquier momento y el enfermo no. Es tan sencillo como chasquear los dedos, decir basta. Se acabó.”

“...no mide las palabras y de vez en cuando se va de la lengua y deja caer palabras envenenadas que corren por las venas, como un cáncer maligno, hasta llegar al corazón y matarlo.”

“Palabras que anulan, que hieren, que nos han marcado a ella y a mí y nos han ido envenenando.”

“... pero estoy harta de no ser quien no soy, y no puedo ser yo si aparento que soy otra.”

“Me di cuenta de que sin palabras los humanos nos convertimos en bestias y perdemos la cordura”