“Desengáñese usted; el ladrón, por valiente que sea, al tiempo de robar siempre tiene miedo. El valor viene unido, dice Santo Tomás, con la justicia de la causa, y esto le explica a usted el valor de los mártires que desafiaban la cólera de los emperadores romanos; pero volviendo a los ladrones, repito que tienen miedo, y por miedo matan al que trata de conocerlos.”
“Hay criminales que proclaman tan campantes ‘la maté porque era mía’, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar ‘la maté por miedo’, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo.”
“Todo el siglo pasado es una historia de miedo. Cuando regresé a Valparaíso, después de mis viajes por lejanas tierras, la primera impresión que me inundó fue de miedo inefable, profundo. Cada calle, cada rincón me trajo recuerdos de miedo, mezclado a veces con travesuras y primeros amores. Miedo a caer en los patines; miedo a pasar por el medio de la plaza; miedo a que me vieran con un sombrero feo; miedo a pasar en compañía de un desconocido; miedo a los exámenes; miedo a llegar tarde; miedo a que me viera el profesor; miedo a llevar libros. Miedo, miedo, miedo. Miedo orgánico, miedo social, de adentro. Todo el siglo pasado estuvo lleno de miedo.”
“Al salir, el vuelo de las campanas y la lluvia de pétalos que los recibió en el atrio, pusieron el punto final al lienzo que Brunilda y Julián habían ido bordando a lo largo de esos meses en que la duda, la desconfianza, el miedo, la pasión y por fin la entrega, los condujeron al hallazgo del tesoro más valioso: un amor forjado en la realidad y no en mera ilusión, un sentimiento que sabía tanto de penurias como de valentía.Un amor verdadero.”
“Está muy bien decir que el mundo se rige por los valores de la razón, la compasión y la justicia, pero si nada de lo que hay en realidad refleja esas palabras, carecen de sentido.”
“—No debe usted entregarse a deseos en los que no cree. Sé lo que desea. Pero tiene que saber renunciar a esos deseos o desearlos de verdad. Cuando llegue a pedir con la plena seguridad de que su deseo va a ser cumplido, éste será satisfecho. Sin embargo, usted desea y al mismo tiempo se arrepiente de ello con miedo.”