“Existen seres, tanto hombres como mujeres, que los otros no pueden dejar de tocar, sea con el roce de una mano, un cariño en el pelo o el apretón de un músculo, en fin, algún gesto que desahogue, porque no tocarlos es una locura.”
“Es una palabra. Las palabras son pálidas sombras de nombres olvidados. Los nombres tienen poder, y las palabras también. Las palabras pueden hacer prender el fuego en la mente de los hombres. Las palabras pueden arrancarles lágrimas a los corazones más duros. Existen diez palabras que minarán la más poderosa voluntad de un hombre. Pero una palabra no es más que la representación de un fuego. Un nombre es el fuego en sí.”
“El fin de todo esto es trágico: el que hace muy poco se sabía con el poder en las manos, se encuentra de pronto inmóvil en una caja de madera; y los que lo rodean, conscientes de su inutilidad, le queman en un horno.”
“...la diferencia no está en copular; está en la otra persona. Y dieciocho años es como si empezaras cuando descubres [i]esa[/i]diferencia. Al menos, si es una mujer lo que estás tratando de entender. A una mujer puede no durarle tanto el misterio de un hombre, aunque quizá representen una comedia... Como quiera que sea, ése es el gusto de la cosa. Los misterios y las comedias y todo lo demás. La variedad. La variedad no se obtiene sólo yendo de un lado a otro (...) No es ir de un lado a otro lo que te mantiene vivo. Es tener tu propio tiempo. Trabajar con el tiempo, no contra él.”
“¿Por qué nos inquieta un hombre bañado en lágrimas? Una mujer que llora puede considerarse una parte excepcional pero conmovedora y digna de pena, de nuestra vida cotidiana, la acogemos con sinceridad y cariño. Pero ante un hombre que llora nos llena un sentimiento de desesperación. Es como si para él hubiera llegado el fin del mundo o como si él hubiera llegado al límite de lo que podía hacer.”
“Pensando en eso esta noche, con el corazón y el estómago hechos papilla, me digo que al fin de cuentas quizá sea eso la vida: mucha desesperación pero también algunos momentos de belleza donde el tiempo ya no es igual. Es como si las notas musicales hicieran una suerte de paréntesis en el tiempo, una suspensión, otro lugar aquí mismo, un siempre en el jamás.Si, eso es, un siempre en el jamás.”