“No hay programa paquetizado común que sirva para todos. El rechazo actual al FMI se origina, en su desempeño en generalizar los problemas y tratar de destilar medidas comunes para todos los países.”

Marianela Acuña Ortigoza

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“... Considerando el grado de desarrollo alacanzado por las economías referidas, puede concluirse que ese desarrollo fue en gran medida dinamizado por el gasto publico y que no bastó la iniciativa privada para alcanzarlo. Sin embargo, cuando se habla del modo de alcanzar el desarrollo en las economías subdesarrolladas, las recomendaciones de política económica de los organimos internacionales, siempre apuntan a la reducción del gasto publico como condición indispensable.”


“La crisis estructural del capital se muestra a través del proceso de desacumulación que sufrió el país después del aumento de los precios del petróleo a principios de los setentas. El boom petrolero y el endeudamiento masivo redujo la capacidad expansiva de la renta petrolera, la riqueza colectiva fue expropiada por unos pocos y transferida al circuito internacional, la renta petrolera permaneció en el exterior, mermando la capacidad de acumulación interna y limitando el reparto distributivo de la misma". (Giordani, 2007)”


“En el caso venezolano el tipo de economía rentista petrolera, ha sometido a la economía a un ciclo de desinversión, durante las últimas dos décadas. En este período la inversión total no supera el 15% del PIB, y de ese total, el sector privado tiene unas dos terceras partes" (Giordani, 2007)”


“El excedente petrolero debe ser considerado como ingreso extraordinario, asimilable a un fondo de capital, y asignable a acumulación económica real y a la acumulación humana y social (Maza, 2000.”


“Recordar lo que para mí han sido los primero libros me exige olvidar desde el principio todo lo que sé de libros. Ciertamente toda mi actual sabiduría se basa en la disposición con la que ya entonces me enfrentaba al libro. Pero así como en el día de hoy tema y contenido, objeto y materia, se enfrentan al libro como algo exterior, entonces se encontraba todo fundido en él, no era algo independiente de él. El mundo abierto en el libro y el libro mismo no podían separarse bajo ningún concepto: formaban un todo perfecto. De esta forma, junto al libro, también podían cogerse con la mano su contenido, su mundo, como si tuvieran asas. Y este mundo, el contenido, glorificaban a su vez al libro en todas sus partes: palpitando en él, iluminado desde él. Y no sólo anidaban en la portada o en los grabados. Su casa estaba también en los títulos de los capítulos, en las letras especiales con que empezaban, en los puntos y aparte, en las columnas, etc. Los libros no se leían sin más, no; se vivían, se moraba entre sus líneas...”


“Hay una categoría de gentes que, si no cree, debe menos aparentar que cree. Son todos los atormentadores, todos los opresores y todos los explotadores de la humanidad. Sacerdotes, monarcas, hombres de Estado, hombres de guerra, financistas públicos y privados, funcionarios de todas las especies, policías, carceleros y verdugos, monopolizadores, capitalistas, empresarios y propietarios, abogados, economistas, políticos de todos los colores, hasta el último comerciante, todos repetirán al unísono estas palabras de Voltaire: "Si Dios no existiese habría que inventario." Porque, comprenderéis, es precisa una religión para el pueblo. Es la válvula de seguridad.Existe, en fin, una categoría bastante numerosa de almas honestas, pero débiles, que, demasiado inteligentes para tomar en serio los dogmas cristianos, los rechazan en detalle, pero no tienen ni el valor, ni la fuerza, ni la resolución necesarios para rechazarlos totalmente. Dejan a vuestra crítica todos los absurdos particulares de la religión, se burlan de todos los milagros, pero se aferran con desesperación al absurdo principal, fuente de todos los demás, al milagro que explica y legitima todos los otros milagros: a la existencia de Dios. Su Dios no es el ser vigoroso y potente, el Dios brutalmente positivo de la teología. Es un ser nebuloso, diáfano, ilusorio, de tal modo ilusorio que cuando se cree palparle se transforma en Nada; es un milagro, un ignis fatuus que ni calienta ni ilumina. Y, sin embargo, sostienen y creen que si desapareciese, desaparecería todo con él. Son almas inciertas, enfermizas, desorientadas en la civilización actual, que no pertenecen ni al presente ni al porvenir, pálidos fantasmas eternamente suspendidos entre el cielo y la tierra, y que ocupan entre la política burguesa y el socialismo del proletariado absolutamente la misma posición. No se sienten con fuerza ni para pensar hasta el fin, ni para querer, ni para resolver, y pierden su tiempo y su labor esforzándose siempre por conciliar lo inconciliable. En la vida pública se llaman socialistas burgueses.Ninguna discusión con ellos ni contra ellos es posible. Están demasiado enfermos.”