“ROSAURA Soy de Estrella una infelice dama. SEGISMUNDO No digas tal; di el sol, a cuya llama aquella estrella vive, pues de tus rayos resplandor recibe. Yo vi en reino de olores que presidía entre comunes flores la deidad de la rosa; y era su emperatriz por más hermosa. Yo vi entre piedras finas de la docta academia de sus minas preferir el diamante, y ser su emperador por más brillante. Yo en esas cortes bellas de la inquieta república de estrellas vi en el lugar primero por rey de las estrellas el lucero. Yo en esferas perfectas, llamando el sol a cortes los planetas, le vi que presidía como mayor oráculo del día. Pues ¿cómo, si entre flores, entre estrellas, piedras, signos, planetas, las más bellas prefieren, tú has servido la de menos beldad, habiendo sido por más bella y hermosa, sol, lucero, diamante, estrella y rosa?”