“Compañera usted sabe que puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigosi alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué delirio a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigosi otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigopero hagamos un trato yo quisiera contar con usted es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no ya para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo”
“Existe un antiguo mito que sostiene que contar historias puede curar enfermedades o salvar; sin historias, viviríamos un presente viejo. Dame la mano, Camila, ven conmigo y te contaré alguna.”
“Lo qué uno quiere de verdad, es lo que está hecho para uno; entonces hay que tomarlo, o intentar: En eso se te puede ir la Vida, pero es una vida mucho mejor…”
“Si vas a intentarlo, que sea a fondo. Si no, mejor que ni empieces. Puede que pierdas familia, mujer, amistad, trabajos y hasta la cabeza. Puede que no comas en días, puede que te congeles en un banco de la calle. No importa. Es una prueba de resistencia para saber que puedes hacerlo. Y lo harás. A pesar del rechazo y de la incertidumbre, será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado. Te sentirás a solas con los dioses, y las noches arderán en llamas. Cabalgarás la vida hasta la risa perfecta. Es la única batalla que cuenta.”
“usted aprende y usa lo aprendido para volverse lentamente sabio para saber que al fin el mundo es esto en su mejor momento una nostalgia en su peor momento un desamparo y siempre siempre un lío.”
“Era ese llanto que sobreviene cuando uno se siente opacamente desgraciado. Cuando alguien se siente brillantemente desgraciado, entonces sí vale la pena llorar con acompañamiento de temblores, convulsiones, y, sobre todo, con público. Pero cuando, además de desgraciado, uno se siente opaco, cuando no queda sitio para la rebeldía, el sacrificio o la heroicidad, entonces hay que llorar sin ruido, porque nadie puede ayudar y porque uno tiene conciencia de que eso pasa y al final se retoma el equilibrio, la normalidad.”
“En fin, lo que quiero decires esto: tal vez tú puedas permitirte el lujo de esperar. Tal vez para ti haya un mañana. Tal vez para ti haya mil mañanas, o tres mil, o diez mil, y que te quede tanto tiempo que puedas bañarte en él, entretenerte, dejar que se te escurra entre los dedos. Tanto tiempo que puedas desperdiciarlo. Pero para otras personas, solo queda un hoy. ¿Y sabes qué? Es imposible saber a cuál de los dos grupos perteneces.”