“Sin prevenciones me doy vuelta y siguenaquellos dos a la izquierda del robleeternos y escondidos en la lluviadiciéndose quién sabe qué silencios.No sé si alguna vez les ha pasado a ustedespero cuando la lluvia cae sobre el Botánicoaquí se quedan sólo los fantasmas.Ustedes pueden irse.Yo me quedo.”
“Ahora han pasados unos instantes en que la imaginación, como insecto de la noche, ha salido de la sala para recordar los gustos del verano y ha volado distancias que ni el vértigo ni la noche conocen. Pero la imaginación tampoco sabe quién es la noche, quién elige dentro de ella lugares del paisaje, donde un cavador da vuelta la tierra de la memoria y la siembra de nuevo. Al mismo tiempo alguien hecha a los pies de la imaginación pedazos de pasado y la imaginación elige apresurada con un pequeño farol que mueve, agita y entrevera los pedazos y las sombras. De pronto se le cae el pequeño farol en la tierra de la memoria y todo se apaga. Entonces la imaginación vuelve a ser insecto que vuela olvidando las distancias y se posa en el borde del presente." --El caballo perdido”
“Quién me pregunta a mí, quién pregunta alguna vez a personas que piensan por sí mismas y se atreven a vivir, y en qué me habéis convertido, a mí y a tantas otras con esta absurda actitud comprensiva ante cualquier problema, acaso no se le ha ocurrido a nadie que también se asesina a las personas cuando se les priva de la palabra y con ello de la posibilidad de vivir y pensar.”
“Ellos ríen. Verse reír los vuelve locos de alegría. Ella le pide que la avise cuando un día se lance a amarla y a saberlo, si alguna vez sucede. Después de haber reído, lloran juntos como cada día. Cuando ella se va el sol se precipita, estalla en la habitación. Cuando ella cierra la puerta, la habitación cae en la oscuridad, y el entra ya en la espera de la noche”
“Si alguna vez había tenido alguna duda sobre si la amaría y la admiraría eternamente, esa duda se desvaneció en ese preciso instante.”
“En el pasado fluye el río, la lluvia balbucea. El ayer es una envoltura de sucesos, de nunca más y todavía. Cuántos puentes habremos cruzado entre el descanso y el cansancio, entre el misterio y la revelación. Dicen que en el pasado crecen las semillas del futuro, pero en qué jardín, en qué cantero, si el futuro es cada vez más corto, más mezquino, más gravamen de rocas imbatibles. Lo pasado, pisado, dicen los pesimistas. Después suspiran y a veces expiran.”